Capítulo 26

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–Tonto, yo sabía perfectamente que eras tú. Mi cuerpo te reconoce–

Me sonrió encantadoramente, mientras sus ojos analizaban mi rostro y me quitaba un mechón, para luego besarme apasionadamente, mientras su mano doblaba una de mis piernas y acariciaba la pantorrilla debajo del pantalón.

–Buenos días, Erick– dijo sonriente en mis labios rozando su nariz con la mía.

–En serio que sí estás loco. ¿Te caíste de niño y te golpeaste la cabeza?–

–No, me la golpeó un hermoso desconocido la noche de un martes y él fue el que me hizo enloquecer– respondió mientras besaba mi cuello.

– ¿Así que estás loco por un desconocido?– pregunté sonriendo con los ojos cerrados, siguiéndole el juego.

–Sí, no sé qué me ha hecho, creo que me embrujó– respondió lengüeteando el lóbulo de mi oreja mientras se abría paso para que nuestros sexos se rozaran.

–Deberías hacerte una limpia para librarte del hechizo– dije acariciándole lentamente la espalda.

–No se me había ocurrido, gracias por el consejo

Volvió a besarme en los labios mientras mis manos jugaban con su cabello y movía mi pelvis acompasadamente con la suya. Bajó dando pequeños besos a mi cuello, yo jadeé acariciando el suyo.

–Joel, ya basta– dije con un hilo de voz sintiendo como se elevaba mi temperatura –No podemos continuar con esto y menos aquí–

–Vamos a mi recámara, entonces–

–Por supuesto que no, Andrew no tarda en regresar–

–Tenías que recordármelo– dijo molesto –Está bien, por ahora lo dejaremos así–

Me dio un pequeño beso en los labios y con dificultad se levantó de la cama, mientras yo le sonreía. Me levanté después que él y camine hacia el baño, cuando puse la mano en el picaporte sentí que me jaló, me volteó y volvió a besarme apasionadamente, le correspondí unos instantes y después rompí el beso.

–Joel, por favor, detente– dije serio poniendo mis manos sobre su pecho alejándolo.

–Es que no puedo evitarlo, me encantas Erick– dijo mirándome a los ojos –Pero, ganas otra vez, ya me debes dos–

–Anoche te cobraste una. ¿Ya se te olvido tu amenaza? Me hiciste entrar en pánico–

–Discúlpame, estaba cegado y fue lo único que se me ocurrió para verte a solas–

–Lo pensaré, claro que si te vas ahora ayudará a aclarar mi mente–

–Chantajista–

– ¿Yo? El león cree que todos son de su condición–

Me sonrió y me dio otro pequeño en los labios, me quedé ahí parado para asegurarme que salía de la recámara, cuando lo hizo y cerró la puerta, entré al baño.

Me metí a bañar y cuando termine de vestirme Andrew entro a la habitación, me saludó a lo lejos y me dijo que se daría un baño.

Bajé a la cocina para preparar algo de desayunar y Ariana estaba ahí tomando café y hojeando una revista.

–Buenos días–

–Hola Erick, buenos días– respondió y se levantó para saludarme de beso en la mejilla –Justo estaba pensando en ti, estoy viendo un anuncio de la ropa de Gabriel– agregó enseñándome la revista y la miré unos segundos.

–Por cierto, ahora que lo mencionas, tengo duda de algo que me dijiste el día de la presentación– dije sirviéndome una taza de café.

–Adelante, con confianza–

–Cuando te dije que Andrew estaba de viaje, me dijiste que él no cambiaba ¿Por qué?–

–Ah, es que el día que firmó el contrato con Joel yo fui a la cena y estuvieron hablando de negocios toda la noche y mencionó que viajaba mucho y luego Joel me ha contado que le llama y siempre está en juntas, por eso lo dije. ¿Pensaste que yo y él nos veíamos clandestinamente?–

–No, para nada, no te creo capaz de engañar a Joel– dije para ver su reacción.

–Jamás lo haría, lo adoro– aseguró.

–Buenos días– exclamó él precisamente entrando a la cocina.

–Hola baby, buenos días– respondió ella y lo abrazó efusivamente.

Yo no respondí y le corrí la mirada con enfado, que amigos tan cariñosos eran. Alguno de los dos me estaba mintiendo y dudaba que ella tuviera alguna razón para hacerlo.

MI ARDIENTE TENTACIÓN - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora