Capítulo 23

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Me excusé con Ariana diciéndole que estaba muy cansado y que mejor aprovecharía para subir a acomodar mis pertenencias. Cuando salí de la cocina Joel y Andrew miraban televisión y sostenían una copa cada uno, sólo les dije con permiso y subí corriendo las escaleras.

Abrí la puerta de la primera habitación y sólo había una maleta que supuse era la de Joel y Ariana, me dieron ganas de arrojarla por las escaleras, pero sabía que tenía que guardar la compostura, nos quedaban tres largos y tortuosos días que no sabía cómo iba a sobrellevar.

En la recámara continua estaba mi maleta y la de Andrew. Tomé la mía y empecé a desempacar, aún era temprano, pero me puse mi pijama y me metí a la cama, no estaba dispuesto a bajar y seguir presenciando las expresiones de cariño entre Ari y Joel, no tenía idea si podría evitar hacer una escena de celos que no venía al caso porque también estaba mi novio.

No supe en qué momento me quedé dormido.

De pronto, sentí el peso de alguien sentándose en la cama y una suave mano que empezó a acariciarme la espalda, abrí los ojos y giré mi cabeza, era Andrew que me miraba con deseo y aunque estaba que reventaba de los celos no iba a tener relaciones con él sólo por venganza.

–Andrew no estoy de humor ahora. Me duele la cabeza, estoy cansado por el viaje–

–Está bien, como quieras, luego estás reclamando y ahora sales con que te sientes mal– dijo molesto levantándose de la cama.

–Claro, yo sí tengo que aguantarme que tú prefieras trabajar que hacerme el amor y con una vez que yo me niego me lo echas en cara–

–No quiero volver a discutir contigo Erick, ya tuve suficiente por hoy de recriminaciones. ¿No que te duele la cabeza?–

–Pues sí y mucho, buenas noches– dije molesto y me puse la almohada sobre la cabeza.

Minutos después él se acostó a mi lado, apagó la luz de la mesa de noche y me dio la espalda sin decir nada. Apreté la almohada de coraje, estaba por levantarme para ir a dormir al sofá cuando mi celular sonó, lo tomé y era número restringido.

–Hola– contesté desconcertado.

–Tienes cinco minutos para bajar a la cocina o subo y le cuento todo a Andrew, recuerda que tengo una prenda que te pertenece– sentenció Joel y me colgó.

El enojo que yo sentía se transformó en pánico, por el tono de su voz, supe que su amenaza no era en vano y no podía permitir que eso sucediera, no tenía la menor idea de cuál sería la reacción de Andrew y francamente no quería averiguarlo y menos con la mini discusión que acabábamos de tener.

– ¿Quién era?– preguntó sin voltear a mirarme.

–Nadie, me colgaron, voy por un vaso de agua para tomarme una pastilla– respondí poniéndome las pantuflas y levantándome de la cama.

Andrew no me dijo nada más y salí de la habitación con el pulso hasta las nubes. ¿Qué se creía Joel para amenazarme de ese modo? Cuando él estaba de lo más contento con su noviecita. Me iba a escuchar.

Si a esas íbamos yo también tenía varias cosas que contarle a Ariana, que seguramente no le agradarían para nada.

Desde la sala se distinguía la luz proveniente de la cocina, tomé un respiro y entré. Joel estaba parado, recargado en el mueble junto al lavabo, sosteniendo mi pañuelo entre sus manos.

Mis ojos se abrieron de par en par al verlo, definitivamente no estaba jugando, estaba dispuesto a decirle todo a Andrew y entregarle pruebas contundentes.

– ¿Qué pretendes?– pregunté serio y molesto cruzándome de brazos.

–No quiero que él te toque– respondió usando el mismo tono de voz que yo.

–Es mi novio ¿Lo olvidas? ¿Acaso yo te estoy prohibiendo que lo hagas con tu novia?–

– ¿Cuántas veces tengo que decirte que Ari no es mi novia?–

–Que cínico eres. ¿Cómo te atreves a negarla después de lo que he visto hoy?–

–Pues no se compara con lo que yo vi–exclamó acercándose a mí.

–Pues yo no niego a Andrew, sabes perfectamente que es mi novio–dije caminando hacia atrás

–No me lo recuerdes– dijo acercándose más. –No me hagas recordar que lo vi dándote un beso–

MI ARDIENTE TENTACIÓN - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora