Se sentó nuevamente sobre mi regazo introduciéndose mi miembro que al instante ocupó toda su húmeda cavidad, comenzó a moverse lentamente, llevando el ritmo de la acción, con sus manos apoyadas en el respaldo para tomar impulso, yo acariciaba sus muslos y subía hasta sus nalgas apretándoselas.
Nuestros rostros estaban unidos y nos mirábamos fijamente, percatándonos del enorme placer que sentíamos y gimiendo sin parar, yo sentía su tibio y embriagador aliento sobre mi nariz en tanto Erick seguía moviéndose, ahora con mayor rapidez, nos besamos frenéticamente, entrelazando nuestras ansiosas lenguas que se rozaban deliciosamente mientras el aceleraba un poco más sus movimientos. Se separó de mi boca para enterrar la suya en mi cuello, escuchaba sus gemidos que provocaban que mi placer aumentara. Instantes después emitió un gritito y sentí como su cuerpo se agitaba llegando al orgasmo junto conmigo que ahogué el grito en su hombro.
Al pasarse al otro asiento tocó accidentalmente la bocina del coche y ambos nos reímos, de verdad era lo máximo hacer locuras y cosas prohibidas con él. Nos colocamos bien la ropa y era tal mi entusiasmo que encendí el auto de lo más normal y él me miró con una gran interrogación en el rostro, así que le confesé la verdad, el me lo recriminó y se cruzó de brazos haciéndose el enojado, la única justificación que pude darle fue que me hacía perder el control y nublaba mi mente, nada era más cierto que eso, entonces el hizo un comentario gracioso y yo le seguí el juego, podría pasar el resto de mi vida encerrado con Erick y sería el hombre más feliz del mundo, el insistió en que deberían encerrarle en una torre, así que no pude callarme lo que sentía.
– Y yo iría a rescatarte, ya no puedo imaginar mi vida sin ti, definitivamente me hechizaste.
Su respuesta fue colocar su mano encima de la mía que sostenía la palanca de velocidades y le sonreí, definitivamente era un ángel que había venido a sacarme del largo período de oscuridad en el que yo mismo me había sumergido. En un alto lo besé y el resto del camino fue en silencio, pero, reinaba algo extraordinario en el ambiente, no era un silencio incómodo, por el contrario, era de esos silencios que dicen más que mil palabras, Erick sentía lo mismo que yo y eso me hizo sumamente feliz, sabía que en algún momento estaríamos juntos sin que nada se interpusiera.
Cuando llegamos a la casa y lo ayudé a bajar del coche no pude controlar el impulso y le di un pequeño beso en los labios, él me dijo que podrían vernos, pero yo sabía que ellos seguían ensimismados en el partido así que lo besé otra vez, ahora de manera profunda, quería fundirme en su boca, instantes después él se separó y me dijo que no era bueno tentar a la suerte, como deseaba que de una vez por todas dejara a ese tipo para que pudiera estar formalmente conmigo.
Entramos a la casa y después el subió. Al terminar el partido Ariana y yo empezamos a sacar las cosas de las bolsas para preparar la cena, Andrew salió a hablar por el móvil, por la cara que puso me imaginé de quien se trataba, no era el único que mentía en esa relación, si supiera lo que Erick y yo habíamos estado haciendo estos días, aunque quizá ni le importaría.
– Ni te pregunto porque traes esa sonrisita en la cara, me puedo imaginar lo que sucedió, ni creas que no me di cuenta que se tardaron bastante para sólo haber hecho las compras – dijo Ariana tan acertada como siempre.
– Creo que me quiere – exclamé feliz y suspiré.
– Eso me da mucho gusto, ¿entonces se acabó el juego de los celos?
– Sí, muchísimas gracias amiga, ya no es necesario que estés tan cariñosa.
– Que bueno, empezaba a incomodarme el asunto, sólo espero que pronto lo deje y sea tu novio, no me gusta que seas el otro, no te lo mereces.
– Yo también lo espero Ariana, es lo que más anhelo.
Más tarde Erick entró a la cocina, me miró serio al verme con mi mejor amiga, pero yo le guiñé un ojo y la expresión de su rostro cambió. Después nos pusimos los cuatro a preparar la cena, como si fuéramos los grandes amigos. Luego cenamos, vimos una película y jugamos Jenga. Hubo un momento en el que Erick entró a la cocina y lo seguí.
– Por favor, quédate esta noche conmigo, es la última que estaremos aquí, el lunes viajo muy temprano a Londres a ver lo de un nuevo hotel y regresaré días antes de la boda de Gabriel – dije en tono suplicante.
– Pero, Joel, ¿cómo me pides eso?, ¿qué quieres que le diga a Andrew?
"¿Hasta cuándo iba a estar ese imbécil entre nosotros?", pensé en tanto le sugería que discutiera con él y se fuera a dormir a la otra recámara, pero él se negó, así que volví a suplicarle, quería dormir con él, amanecer a su lado, entonces me dijo que mejor esperaría a que se durmiera y le sonreí acariciando sus dedos, en eso entró Ari y nos soltamos, éste se despidió y subió a su recámara.
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MI ARDIENTE TENTACIÓN - Joerick
FanfictionTres simples reglas a seguir #1 No nombres #2 No preguntas personales #3 No lazos afectivos Son las indicaciones que el desconocido da a Erick en su primer encuentro, pero ¿ Para ambos sera igual de simple seguirla al pie de la letra? Esta es una...