Capítulo 58

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Maratón 2/5

Me dio un beso en los labios y empezó a vestirse mientras me explicaba las instrucciones para la canción. Yo estaba nervioso por eso, no sé cómo pude aceptar, empecé a hacer respiraciones con los ojos cerrados y Joel me abrazó por la cintura y me aseguró que todo saldría bien, abrí los ojos y fue mi turno de asombrarme, se veía bellísimo, con un pantalón y una camisa blanca que hacían resaltar sus hermosos ojos, notó la expresión en mi rostro y me sonrió para luego darme un pequeño beso en los labios, entrelazó mi mano y bajamos.

Atravesamos un gran salón en el que había varias personas corriendo de un lado a otro arreglando unas mesas y unas sillas, salimos a la enorme terraza que ya estaba prácticamente lista para la boda, había un pasillo en medio de una cantidad considerable de sillas y una chica le estaba dando unas indicaciones a Gabriel, supuse que era la organizadora. Había otras parejas además de la familia y cuando Gabriel se desocupó me los presento, eran la madrina, sus amigos con sus respectivas parejas, así como los papás de Noah y Taylor. El sacerdote llegó y nos acomodamos en nuestros lugares para ver el ensayo que dio inicio, tanto como Noah traían ropa de color durazno. Sus votos fueron muy conmovedores y en cuanto terminó pasamos al salón.

Sólo había dos mesas preparadas y en ese momento me invadieron los nervios y me mordí el labio inferior. En una nos sentamos la familia y en la otra los amigos de Gabriel, y nos sirvieron la cena. Emanuel estuvo bromeando casi todo el tiempo y acariciando las mejillas de Taylor que sólo se reía por las ocurrencias de su marido.

Gabriel y Noah derramaban miel y casi podría estar seguro de que no sabían de lo que estábamos hablando. Patricia y Francisco estaban sonrientes mirando felices a sus hijos y yo entré en pánico cuando sentí la mano de Joel recorrer mi muslo por debajo de la mesa y lo miré casi fulminándolo, en cambio, él me sonrió mientras me apretaba suavemente el muslo casi a la altura de la ingle y lo miré aún más serio, pero contrariamente a lo que quería lograr, él estaba de lo más divertido deslizando su mano por mi pierna hasta que afortunadamente la madrina dijo que era el turno de que hablara el padrino y entonces mi novio tuvo que ponerse de pie, levantó la mano y en ese momento entraron cuatro personas con un piano.

–Bueno, como la verdad no soy muy bueno para los discursos y como sólo tengo el oficial, hoy haré algo diferente– anunció y fue a sentarse frente al piano y probó el micrófono. 

–Pero, para esto necesito la ayuda de él joven Erick Colón, precioso novio, por cierto, un aplauso, por favor.

Yo sentí que me ardían las mejillas por el intenso rubor que había en ellas mientras todos los presentes aplaudían y yo me ponía de pie demasiado nervioso que en un principio y camine hacia él que me esperaba con una gran sonrisa, me senté a su lado y puso la hoja con la letra de la canción sobre el piano.

–Esta canción es dedicada a los novios, espero que les guste, creo que refleja lo que siente cada uno por el otro– empezó a tocar y en la nota precisa comenzó a cantar.

Fuimos acercándonos mientras cantábamos y al terminar estábamos tan juntos que nuestras narices se rozaban, me olvidé de todo, sólo estaba concentrado en la letra de la canción y en su mirada fija en la mía, creo que hasta me había olvidado de respirar.

–Junto a ti quiero estar el resto de mi vida– musitó en mi oído.

–Soy capaz de cruzar el Atlántico nadando sólo para llegar a ti, estoy profundamente y totalmente enamorado de ti, Erick Colón– añadió y me quedé sin habla.

Los aplausos fueron los que me devolvieron a la realidad y sonreí recordando donde y con quienes estábamos. Joel me dio un dulce beso en los labios ante el grito de todos los presentes y nos levantamos y regresamos a la mesa.

MI ARDIENTE TENTACIÓN - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora