Abrí los ojos y Erick no estaba a mi lado, miré el reloj de la mesa de noche y marcaba las 8:35 de la mañana, era muy temprano para que se hubiera levantado en sábado, lo más extraño fue que no me despertó como acostumbra. Estaba a punto de levantarme cuando escuché que abría la puerta de la habitación y me hice el dormido. Sentí que se sentó a mi lado y acarició mi frente, después me dio un suave beso en los labios.
– Feliz cumpleaños, mi amor, el desayuno está listo – susurró en mi oído.
– ¿Te levantaste temprano sólo para prepararme el desayunó? – pregunté abriendo los ojos finalmente.
– Claro, es tu cumpleaños y me toca consentirte – respondió acariciando mi nariz con la suya.
– ¿Y qué preparaste?
– Jugo, fruta y panqueques.
– Rico, pero a mí se me antoja otra cosa – dije acariciándole la mejilla.
– ¿Ah sí?, ¿puedo saber que se te antoja?
– Algo más jugoso, dulce y delicioso – respondí tomándolo de la cintura para subirlo en mí y después me di una vuelta para quedar encima. – tú te me antojas.
– Eres un goloso, ¿lo sabes? – exclamó con una risita.
– Sí y tú eres mi golosina favorita.
Nos besamos apasionadamente mientras mis manos acariciaban sus pezones por encima de la remera larga que traía puesta y frotaba ambos miembros, deslicé mi boca por su mentón y luego me comí su cuello, deleitándome con su sabor y sus gemidos. Sentí como sus manos bajaban mi bóxer y yo hice lo mismo con el suyo. Se levantó para quitarse su última prenda y después me acarició la espalda al tiempo que nos besábamos nuevamente.
Entré en él y se arqueó al sentirme, enterró sus uñas en mi espalda y yo lancé un quejido al sentirlas, comencé a moverme lentamente en tanto lo miraba, él me sonrió y acarició mis mejillas, enmarañó mi cabello y yo sonreí siguiendo con mis embestidas, sus manos bajaron a mis nalgas para impulsarme a profundizar más.
– Te amo Joel– exclamó entre gemidos.
– Yo te amo a ti Erick– respondí con la voz entre cortada.
– Sigue amándome Joel... así... como me gusta.
– ¿De verdad te gusta, mi amor?
– Me encanta ... hazme tuyo... no pares.
– Eres mío... sólo mío, Erick– aseguré sobre sus labios.
– Sí, sólo tuyo... más Joel, más.
Aceleré la velocidad de mis movimientos, nos besamos una vez más, sincronizando los movimientos de nuestras lenguas y nuestros sexos, segundos después rompimos el beso y Erick hizo su cabeza hacia atrás, apretaba los músculos de su centro generando un roce más supremo con mi miembro, gemíamos sin parar, puse mi frente sobre la suya y me moví más rápido en tanto el seguía empujando mis nalgas y gritamos al mismo tiempo a causa de alcanzar el orgasmo juntos.
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MI ARDIENTE TENTACIÓN - Joerick
FanfictionTres simples reglas a seguir #1 No nombres #2 No preguntas personales #3 No lazos afectivos Son las indicaciones que el desconocido da a Erick en su primer encuentro, pero ¿ Para ambos sera igual de simple seguirla al pie de la letra? Esta es una...