ST - Capítulo 7

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– Ni lo menciones, no me podía perder tu regreso, en la noche nos vamos a festejar, ¿eh?, un amigo acaba de abrir un table–dance y las chicas están de lujo, nos llevamos a tu hermano que el hecho de estar casado no le impide ver el menú y de paso al noviecito de tu hermano para que vaya aprendiendo.

– Si Gabriel se entera te ahorca.

– No le vamos a decir, ya arreglé todo y hasta tu padre nos va a acompañar, será una noche de hombres memorable.

– ¿Te puedo robar a mi hermano, tío? – exclamó Gabriel colgándose de mi brazo.

– Por supuesto nene – respondió y se fue con el resto de sus hermanos.

– Te hacía en Francia pequeñuelo – dije apretándole cariñosamente la nariz.

– Es que este fin de semana será largo porque hoy es día feriado, llegué en la mañana, muy temprano y me voy el domingo a mediodía.

– Pues eso me da mucho gusto, aunque igual estaba planeando ir a visitarte.

– Súper, puedo enseñarte algunos lugares maravillosos y muy románticos para cuando tengas novia la lleves para allá.

– Sabes que eso de las novias no es lo mío.

– Pero, el amor es maravilloso Joel, pensé que ya habías superado... – guardó silencio, no quería herirme con ese tema – yo soy tan feliz con Noah, nos amamos tanto, aquí entre nos, él también irá a verme, estará diez días allá.

– Que bueno que me dices, ahora le preguntó cuándo parte para yo programar mi viaje en la misma fecha.

– Ay no seas celoso ni posesivo hermano, ya sé cuidarme ¿vale?, vivo solo del otro lado del océano.

– Era broma, sé que puedo confiar en ti y no te voy a prohibir que hagas las cosas, sé que no necesita viajar tu novio para que te portes mal, sólo cuídate y siempre piensa en las posibles consecuencias.

– Eso hago, teniendo de tío a un doctor no puede ser de otra manera, recuerda:

– ¡¡¡Prevención!!! – exclamamos los dos al mismo tiempo y nos largamos a reír.

– Cuenten el chiste, ¿no? – dijo Emanuel acercándose a nosotros.

– ¿Cuál es la frase predilecta del tío? – preguntó Gabriel divertida.

– La medicina debe ser preventiva no curativa, así que ante todo prevención – respondió en tono ceremonioso y volvimos a reírnos – por cierto, primo, te tengo un regalo de graduación, está en tu habitación, vamos.

– Ay yo quiero ver que es – exclamó Gabriel.

MI ARDIENTE TENTACIÓN - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora