Capítulo 40

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El lunes por la mañana me sorprendió ver que Frann ya había llegado a la agencia y que estaba encerrado en su oficina con Zabdiel, sentí un desasosiego, podría soportar la ruptura con Andrew, era algo ya inminente, pero no podía perder mi trabajo, eso sí me destrozaría, la agencia ''Hanns'' era una de las más reconocidas y él con facilidad podría cerrarme la oportunidad de conseguir trabajo en otra.

Entré a mi oficina y alcance a ver que Zabdiel salía, se dio cuenta que yo estaba ahí y furioso entró golpeando la puerta.

–Ya estarás contento hijo de puta, por tu culpa me he quedado sin trabajo y no podré encontrar otro igual en todo el país y tengo un hijo que mantener–

–Eso hubieras pensando antes de montar un escándalo en un lugar público, exponiéndote a que alguien te viera, que eso fue lo que sucedió, ni siquiera he hablado con Erick, deja de hacer numeritos, vete por favor, antes que llame a seguridad para que te acompañen a la calle– respondió Frann serio.

–Esto no se va a quedar así Erick, me las vas a pagar–

–Ya te dije que él no tiene nada que ver, acepta las consecuencias de tus actos Zabdiel, tú eres el único responsable de lo que ha pasado–

Lo miro y salió de mi oficina, yo me dejé caer en mi silla, lo que menos quería, es que lo despidieran, conocía perfectamente su situación y no le guardaba rencor, al final lo que se hace en la vida se paga y creo que se iba a quedar sin Andrew que era lo único que le importaba y el causante fue el.

–Frann, no tenías que haber hecho eso, no tiene nada que ver con el trabajo–

–Perdón Erick, no lo hice por ti, te estimo, pero tuve otras razones, mi esposa los vio en el centro comercial y escuchó todas las cosas que Zabdiel te gritó, si fue capaz de involucrarse con el novio de un amigo y se valió de todas las artimañas que pudo para conseguirlo, más encima ventilar intimidades en un lugar público y frente a su hijo, ¿qué podría yo esperar de él en cuestiones laborales? que un día se marchara llevándose sus cuentas y echara pestes de la agencia, que tirara lodo por todas partes, no Erick, eso no podía permitirlo, me ha costado mucho abrirme paso en este medio tan competido para dejar que alguien como él lo arruine por su falta de escrúpulos–

–No sé qué decirte–

–No digas nada y sigue con tu trabajo, tenemos varios asuntos pendientes y mientras conseguimos a otra persona para reemplazarla te harás cargo de sus cuentas–

Asentí con la cabeza y Frann salió de mi oficina. Encendí mi computadora y, como siempre, había más de un mail de Joel, pero no me sentía con ánimos de leerlos y menos con lo que acababa de pasar, no podía evitar sentir lástima por Zabdiel, no le había valido de nada todo lo que hizo, había perdido lo más por lo menos.

Por la tarde, salí a almorzar con Jessy y le conté lo que había sucedido.

–Lo sabía Er, no en vano lo tenía en un altar, era porque se estaban acostando–

–Nunca lo sospeché, alguna vez sí pensé que estaba enamorado de él por la forma en que se expresaba pero no imaginé que tuvieran un amorío–

–Las relaciones humanas son difíciles Erick, veme a mí–

–Y por cierto, ¿cómo van las cosas con André?–

– Ya iniciamos los trámites del divorcio, mañana es la primera audiencia.

– Entonces, ¿no hubo arreglo?

–No Er, nos hemos dado cuenta que nos casamos sin conocernos, cegados por el fuego de la pasión y aunque ese todavía está presente no es lo único que mantiene viva una relación, algún día se acabara y entonces, ¿qué nos quedara? somos completamente distintos, no tenemos nada en común, así que no tiene caso seguir juntos–

En eso mi celular sonó, lo tomé y era número restringido, no pude evitar que los latidos de mi corazón se dispararan al adivinar de quien se trataba.

MI ARDIENTE TENTACIÓN - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora