ST - Capítulo 69

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– Que carita, ¿Qué te pasó? – exclamó al verme entrar cabizbajo.

– Erick me pidió tiempo para pensar y analizar las cosas.

– ¿Sigue con la duda del amor o sexo?

– Tal vez, creo que aún no le cuento lo suficiente para que sé de cuenta que es amor.

– ¿Y por qué te pidió tiempo? – preguntó curiosa.

– Porque le confesé que lo mandé investigar y se asustó.

– ¿Qué?, no puedo creerlo – exclamó sorprendida.

– No me mires así, tú hiciste lo mismo con tu exnovio, ¿no?

– Sí, pero jamás me imaginé que tú lo hicieras, a mí también me has ocultado muchas cosas de esa relación, ¿eh?

– Pues ya estamos iguales, tú también me has estado ocultando con quien sales últimamente.

– Ya suficiente tienes con lo que estás pasando con Erick para que yo te dé otra preocupación.

– ¿Pues de quién se trata?, ¿lo conozco?

– Te lo contaré en su debido momento, por ahora tienes cosas más importantes que resolver, yo sé cuidarme sola, así que tranquilo.

– Claro, si has convivido con este psicópata por tantos años y sigues a salvo, no tengo de que preocuparme, no creo que te encuentres a alguien más loco que yo.

– En efecto no – se rio moviendo la cabeza – además no has sido psicópata toda la vida, fue a partir de que te enamoraste de Erick.

– Espero que él lo vea así, que todo ha sido locura de amor.

– Verás que sí, Erick también te ama, en la boda de Gabriel no sé quiénes derramaban más miel, si él y su esposo o tú y Erick.

– Pero, ¿crees que me perdone lo de la investigación y las mentiras que le he dicho?

– Yo digo que sí, pero en el supuesto caso que no lo hiciera y terminara definitivamente contigo, al menos ya sabes que eres capaz de enamorarte, de abrir tu corazón.

– No sé si pudiera hacerlo de nuevo, fue casual Ariana, no es algo que yo hubiera buscado.

– El amor siempre es casual Joel, llega en el momento preciso y si no fuera con Erick, en algún lado estará tu alma gemela, yo pensaba que él era la mía y ya ves, me equivoque y ahora... la vida me ha dado otra oportunidad.

– Yo no quiero otra oportunidad si no es con Erick.

– No seas dramático Joel, verás que sí te perdona.

– Estoy muy mal, ¿verdad?

– Sí mi amigo – soltó una carcajada – pero el amor así nos pone.

– Ariana, ¿estás enamorada? – dije mirándola fijamente.

– Tal vez – respondió con una sonrisa mirando al vacío.

– ¿No me vas a decir de quién?, soy tu mejor amigo.

– No, ya te dije que a su debido tiempo.

– ¿Andas con un casado?

– Por supuesto que no, te prometo que cuando las cosas se resuelvan entre Erick y tú, organizo una salida para que... convivamos los cuatro.

– Que misteriosa.

– Bueno, ya me tengo que ir, sólo vine por unas cosas que se me habían olvidado, nos vemos luego – me dio un beso en la mejilla y se fue.

Pasó una semana completa y Erick no me buscó, respeté su decisión y aunque me estaba muriendo por verlo, yo tampoco lo busqué. Todas las noches me dormía con su pañoleta y debía reconocer que algunas veces me acariciaba pensando en él, eso no me lo había prohibido, así que no estaba rompiendo ninguna regla. El siguiente lunes finalmente me llamó y no pude evitar sonreír al reconocer su número.

– Hola corazón, ¿Cómo estás? – fue lo primero que le dije.

– Bien gracias, ¿y tú? – respondió en tono casual.

– Extrañándote, me da tanto gusto escuchar tu voz.

– Quizá no te dé el mismo gusto lo que tengo que decirte – dijo serio y mi corazón empezó a latir descontrolado por la zozobra.

No pude decir palabra alguna por la impresión que me causó lo que me dijo, en un instante pasaron varias posibilidades por mi cabeza, sólo una lo suficientemente poderosa que no me daría gusto escuchar, que terminaría conmigo definitivamente.

MI ARDIENTE TENTACIÓN - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora