ST - Capítulo 60

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Otra noche nos encontrábamos frente a la web cam y de inmediato noté su cara de angustia, jugaba con sus manos y evitaba mirarme, me sonreía, pero sus ojos lucían apagados.

- Amor, ¿Qué te sucede? – pregunté preocupado.

– Nada, ¿por qué? – respondió evasivo.

– Porque estás visiblemente nervioso y asustado, ¿Qué pasa?, dímelo con confianza.

– Es que – guardó silencio y se mordió el labio – Joel... tengo síntomas de ya sabes...

– ¿Eso significa que puedes estar embarazado? – exclamé sorprendido.

– Sí... no nos cuidamos, hace mucho que dejé de tomar pastillas y...

– Tranquilo corazón, no tienes nada de qué preocuparte, no estás solo, me tienes a mí, yo no voy a dejarte solo, un hijo tuyo sería un regalo, un pedacito de ti y de mí.

– Que cosas dices Joel – exclamó sonrojado.

– Es la verdad, ¿no te gusta la idea?

– No es eso... aún no me siento preparado para esa responsabilidad, un hijo no es un juguete, es algo para toda la vida y siento que todavía no soy capaz de cuidar y educar a alguien.

– Nadie nace sabiendo eso Erick, se aprende con el tiempo, ¿por qué no te haces la prueba para salir de las dudas?

– Me asusta.

– Pero no puedes estar angustiado pensando si estás o no embarazado, no te van a salir antenitas para saberlo, tienes que confirmarlo y, por favor, piensa que yo te apoyaré al 100%, ¿vale?, jamás evadiré mi responsabilidad, es algo que hicimos los dos y nos haremos cargo los dos, te amo, recuérdalo.

Me respondió aliviado con una sonrisa. Esa noche casi no pude dormir pensando en esa posibilidad, hasta pensé en Emanuel, la cara que pondría al enterarse que yo sin estar casado sería papá, en cambio él seguía sin heredero, una sonrisa traviesa se dibujó en mi rostro imaginando su reacción. Mis padres seguros nos apoyarían y Gabriel sería el más feliz, a cada rato le preguntaba a Emanuel y su esposa cuando lo harían tío, así que su sueño se vería cumplido por mí.

Si a Erick le tranquilizaba, le propondría que nos casáramos, aunque fuera algo sencillo e íntimo, moví la cabeza, ¿en qué momento mi vida y mis pensamientos habían cambiado tanto?, hace no muchos meses yo era todo un Don Juan, un Casanova, un Valentino y ahora estaba pensando en comprar pañales, en efecto, Erick había llegado a cambiar mi vida de cabeza y había sido lo mejor que me había pasado, él había descongelado mi corazón y logrado que volviera a latir por amor.

MI ARDIENTE TENTACIÓN - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora