ST - Capítulo 53

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El momento mágico se rompió cuando alguien encendió la luz de la sala, rápidamente me subí el bóxer y el pantalón, mi corazón se aceleró, pero esta vez de nervios y pánico, si era Andrew definitivamente se desencadenaría una tremenda riña, su orgullo de macho estaría completamente herido al descubrir que su novio hacía el amor con alguien más, alguien que fingía ser su amigo. Afortunadamente fue Ariana la que entró a la cocina y entonces volví a respirar tranquilo, tomó la situación con humor y le aclaró a que no tenía de que preocuparse y le confirmó que entre ella y yo sólo había una gran amistad.

Erick estaba sumamente avergonzado, pero le expliqué que no habría ningún problema con mi amiga, entonces decidió ir a acostarse, le rogué que se quedara conmigo, pero no aceptó, sus argumentos eran válidos y corroboré lo que ya había pensado, él no quería que su reputación quedara manchada ni quería herirlo tampoco, entonces le hice prometerme que lo dejaría lo más pronto que pudiera y lo dejé ir, aunque el hueco que sentí en el pecho fue inmenso.

Al día siguiente no tuvimos oportunidad de estar a solas, muy temprano fui a entregar el auto y al regresar pedimos un taxi para que nos llevara al aeropuerto, ahí nos despedimos y sentí una gran tristeza al separarme, pasarían muchos días hasta volver a verlo y tenerlo conmigo. Le acaricié su mano y le di un pequeño beso en la mejilla, en verdad esperaba que la próxima vez que estuviéramos juntos fuera sólo mío.

Mientras Ariana y yo esperábamos para abordar el avión entramos a una joyería porque ella quería ver los relojes, yo empecé a mirar, sólo por curiosidad y de pronto me topé con un hermoso collar en forma de corazón, eran el regalo perfecto para Erick, así que no dudé en comprarlo, se lo daría como regalo de cumpleaños atrasado.

Cuando llegamos a Suecia tomamos un taxi para que nos llevara a Estocolmo y nos dejó en el departamento de Ariana, le pedí una hoja y una pluma, le escribí una nota a mi chico y la coloqué dentro de la caja del collar.

– Por favor, ¿puedes envolver esto y mandárselo a Erick? – le pedí entregándole la caja.

– Claro, pero, ¿por qué no se lo das tú?

– Mañana me voy temprano a Londres y regreso hasta la boda de Gabriel, así que mándaselo el miércoles, pero, sin remitente, quiero sorprenderlo.

– Ok, yo se lo mando ese día.

– Muchas gracias, te quiero amiga – dije y la abracé.

– Yo también te quiero Joel y en serio estoy muy feliz por ti, hacen una bonita pareja y se ve que él también te adora, espero que pronto deje a Andrew.

– Me aseguró que en estos días terminaría con él.

– Es lo mejor para todos, ¿sabes?, ahora que tuve la oportunidad de platicar con él me di cuenta que tenemos muchas cosas en común.

– No me digas que te gusta ese bastardo.

– No lo llames así, el que ande con el hombre que quieres no significa que sea un bastardo.

– Vaya, veo que sí te gusta, pero, no creo que te convenga.

– Basta, yo he respetado tu relación con Erick, no tienes por qué hablar mal de él, ¿ok?

– ¿Tan pronto ya lo estás defendiendo?

– Estoy cansada y me quiero bañar, suerte en tu viaje, seguimos en contacto.

– Ok, luego nos vemos – no quise decirle lo que sabía de él, seguro no volvería a verlo.

Llegué a Londres y me instalé en el hotel, le envié un correo electrónico a Gabriel para que me diera el de Erick ya que en la investigación no venía. Al día siguiente fui al terreno donde ya estaban construyendo el nuevo hotel de mi empresa y estuve ahí la mayor parte del día, supervisando. Mi hermano seguía sin responderme el mail y le envié otro más, estaba desesperado por tener contacto con Erick, pero debía entender que mi hermano andaba ocupada con los arreglos de su boda. Finalmente me respondió el miércoles por la noche y de inmediato le escribí a Erick y le pregunté si tenía webcam, para, al menos, jugar un poco mientras estábamos separados.

El viernes me sentí inquieto todo el día, como si tuviera un mal presentimiento de que mi chico la estaba pasando mal, así que le llamé y no me contestó, eso me preocupó demasiado, no podría resistir que algo malo le sucediera, esta vez no encontraría la fuerza suficiente para sobrellevarlo, definitivamente no podría vivir sin él.

Ya era lunes y me encontraba en el aeropuerto de Londres, no tenía ninguna noticia de Erick, no había respondido mis emails ni había podido comunicarme con él durante todo el fin de semana y mi preocupación había aumentado considerablemente, de sólo recordar lo que había pasado con Alicia mi corazón se desgarraba y sabía bien que no podría volver a vivir lo mismo, esta vez sí moriría, así que me regresaría a Suecia para corroborar que Erick estuviera bien.

MI ARDIENTE TENTACIÓN - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora