– Tranquilo, me quedaré aquí hasta que pase – dije acariciando su hombro tratando de tranquilizarlo.
– ¿De verdad? – preguntó, pero no supe si fue ilusión lo que había en su tono de voz o yo me lo estaba imaginando.
– Sí, no traigo coche y no quiero mojarme – le mentí, pero no quería ilusionarle, yo no era un santo y tampoco quería hacerme ilusiones, él tenía novio.
Erick se acostó de lado, separándose de mí y dándome la espalda, se aferró a la almohada y yo me quedé ahí, inmóvil, pensando si era buena idea romper de una vez por todas las reglas frente a él, decirle que me había dado cuenta que lo necesitaba como jamás había necesitado a alguien, a tal grado que mi cuerpo no había respondido a otros, además de que había sido capaz de mandarlo investigar con tal de saber todo sobre él, sin embargo, eso lejos de halagarlo podría asustarlo y más si supiera que había estado vigilando su edificio, por lo que preferí callar.
Cuando me di cuenta que estaba dormido le acaricié su brazo, me encantaba la textura de su piel; suave, tersa, delicada, lo acaricié con el dorso de mi mano, con las yemas de mis dedos, él no se inmutó así que me atreví a pegarme a su cuerpo y lo abracé por la cintura, enterrando mi cabeza entre su espeso cabello y me perdí en su olor.
– No me dejes solo esta noche.
Lo escuché decir y me separé abruptamente de él, pero seguía profundamente dormido, entonces puse mi cabeza sobre mi mano para mirarlo, velando su sueño mientras la lluvia continuaba cayendo.
– Te necesito... no te vayas... las reglas, sí las reglas.
Ahí me di cuenta que estaba soñando conmigo, ¿acaso él también quería romper las reglas y no se atrevía?, tenía que encontrar la manera de hacerlo fortuitamente, al parecer, ninguno de los dos éramos capaces de quebrantarlas frente al otro.
No me di cuenta cuando me quedé dormido hasta que sentí los tibios rayos del sol sobre mi piel, abrí los ojos y vi que él seguía durmiendo, miré mi reloj y eran las diez de la mañana, me levanté con cuidado para evitar despertarlo y nuevamente decidí dejarle una nota, así que bajé otra vez a la oficina del gerente, tenía que seguir con mi teatro de desconocido para sorprenderlo cuando nos viéramos en la calle.
Escribí varias cosas y las borré hasta que encontré la frase que quería decirle: "Recuerda que después de la tempestad viene la calma, la vida es un equilibrio y no podemos ir en contra de eso", yo iba a darle el equilibrio que el necesitaba, ese que Noah no le daba. Regresé a la habitación y le dejé la nota sobre la mesa, lo miré unos instantes y después me fui.
Por la tarde llegó Ariana a mi departamento y me propuso que fuéramos al juego de Gigantes, que era el siguiente lunes. Ella era gran fan de ese equipo, así que la abracé y le di un beso en la frente, sin querer me dio la idea perfecta para propiciar el encuentro casual con Erick, recordé que Andrew me había mencionado que él jugaba fútbol americano en el instituto, así que seguro iría si lo invitaba, sólo esperaba que esta vez sí fuera con él.
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MI ARDIENTE TENTACIÓN - Joerick
FanfictionTres simples reglas a seguir #1 No nombres #2 No preguntas personales #3 No lazos afectivos Son las indicaciones que el desconocido da a Erick en su primer encuentro, pero ¿ Para ambos sera igual de simple seguirla al pie de la letra? Esta es una...