Capítulo 49

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–Buenas tardes– dije serio y molesto, ambos voltearon a verme.

–Amor, al fin llegas– exclamó Joel tomándome de la mano y me dio un beso en los labios ante la mirada atónita de la tipa que tuvo que moverse hacia atrás. –Mira, te presento a Kate, una vieja amiga, Kate, él es Erick Colón, mi novio–

–Mucho gusto– dijo con una sonrisa fingida mientras me recorría con una mirada fulminante y yo estaba quizá más sorprendido que ella por la presentación.

–Igualmente– respondí en toco seco.

–Un placer verte Joelito– enfatizó mirándolo y sonriéndole coquetamente –Cuando quieras llámame, sabes dónde encontrarme–agregó dándole un beso en la mejilla.

Yo solo miraba la escena, era el colmo de la desfachatez, poco le importo que Joel le dijera que yo era su novio y le coqueteó en mis narices, sentí como me hervía la sangre y di un paso al frente, pero Er me detuvo parándose frente a mí.

–Er, no querrás hacer un escándalo en un lugar público.

–Que tipa tan descarada y tú como si nada dejándote que te besara– exclamé furioso, si no podía desquitar mi coraje con ella, lo haría con él.

–Un beso en la mejilla no es besar, Erick–explicó sonriendo.

–Pero, los vi cuando llegué y su intención no era precisamente dártelo en la mejilla–

–Me encanta cuando te pones celoso– dijo abrazándome y poniendo su frente en la mía. – ¿En verdad pensaste que yo iba a permitir que eso sucediera?–

–Pues, le sonreías muy animadamente–respondí con menos coraje porque su aliento estaba colándose por mi nariz.

–No es mi estilo portarme grosero y menos con las mujeres, sin embargo, iba a rechazarla sutilmente, claro que lo mejor fue que tú llegaste– aclaró acariciándome la mejilla con el dorso de su mano.

–Pero, te coqueteo descaradamente–repliqué en un tono más tranquilo.

–Y podría haberse desnudado y mi respuesta iba a ser la misma–tomó mi mentón con su mano y me miró directo a los ojos. –Erick, hace mucho que dejé de estar con otras personas, grábate esto muy bien aquí– puso un dedo en mi sien. –Y aquí – lo puso en mi pecho a la altura del corazón–Él único que me importa eres tú, a él único que quiero es a ti– me dio un beso en los labios –Con él único que me interesa compartir mi cama es contigo-susurró en mi oído y me abrazo fuertemente.

Volvió a desarmarme por completo, no pude expresar palabra alguna, estaba por demás emocionado y a la vez avergonzado por haber pensado durante un segundo que me engañaba y sólo buscaba burlarse de mí, no cabía duda que los celos nublaban la razón y jamás los había sentido con tanta fuerza, ni siquiera con Ariana.

–Aunque, para serte sincero, me da gusto que esto haya pasado– exclamó y me solté para mirarlo. –Porque tus celos me demuestran cuanto me quieres–

– ¿Y todavía te atreves a dudarlo?

–No, pero me encanta confirmarlo –enfatizó y me dio otro beso.

– ¿De verdad no ibas a dejar que te besara?

–Por supuesto que no, te lo juro, Er, entiendo tu desconfianza, pero si de algo debes estar seguro es que jamás te engañaría, no tengo ninguna necesidad de hacerlo, ya vamos a comer, anda.

Me recorrió la silla para que me sentara y después él se sentó frente a mí. Ambos pedimos ensalada y mientras nos las llevaban, Joel me acariciaba una mano, entonces me sentí más tranquilo, pero aun así le conté lo que Fran me había dicho de él y volvió a reiterarme que no tenía por qué preocuparme, que no me negaba que sí había sido así, pero que ya había cambiado.

–Er, ya ni siquiera tengo el celular al que me llamabas.

– ¿Cómo que no lo tienes?– pregunté sorprendido.

–Ese número era exclusivo para esas citas, pero ya lo tiré porque no tengo ninguna intención de seguir involucrado en eso.

– ¿En serio?

–Sí, encontré algo mucho mejor y sin buscarlo, llegaste tú y ahora todo es diferente– agregó y me dio un beso en la mano. – Anota mi nuevo número– añadió y me lo dictó, pero no borré el otro, quería asegurarme que me decía la verdad.

Me sentí feliz, como nunca antes, al enterarme que ya no estaba en esa sociedad o lo que fuera. Me acompañó a la oficina y le di mi llave del departamento, nos dimos un beso y entré al edificio.
Arreglé todo lo necesario para la junta que tendríamos con el Sr. Jackson a las 3:30. Fran se fue a las siete y me dijo que ya me podía ir yo también, así que apagué la computadora, tomé el maletín y salí de la oficina. Joel me estaba esperando afuera del edificio, me recibió con un beso y nos marchamos.

MI ARDIENTE TENTACIÓN - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora