ST - Capítulo 85

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Yo corrí a abrazarlo y nos besamos apasionadamente, lo tumbé sobre la cama y me senté sobre él con mis piernas a sus costados, me quité la toalla lentamente mientras él me miraba y sonreía, después empecé a besarle el cuello, emitió un suave gemido y subí hasta su oreja, exhalé sobre ella y luego mordisqueé el lóbulo.

– Erick, mi amor, el cumpleaños es tuyo, a mí me corresponde darte tu regalo, no tú a mí – exclamó de repente obligándome a bajar de él y se levantó de la cama.

– Tú eres el regalo que quiero – objeté haciendo un puchero – hace una semana que no te tengo y me haces mucha falta.

– Yo también te necesito y te deseo, pero, ahora no tenemos tiempo para eso, ya llegará la noche, ten paciencia – aseguró guiñándome un ojo.

– Cierto, tengo que ir a trabajar – recordé y me puse de pie.

– No, hoy no irás, hablé con tu jefe y te dio el día.

– ¿Cómo lo convenciste? –
pregunté sorprendido, mi Jefe era muy estricto.

– Soy muy persuasivo, tú no te preocupes, cámbiate para ir a desayunar, hice una reservación para dentro de una hora.

– ¿En dónde?

– Ya verás, date prisa, este día sólo estaremos tú y yo.

Me acerqué y le di un pequeño beso en los labios, después me vestí rápidamente y salimos del departamento, manejó a toda prisa al aeropuerto, yo lo miré sorprendido cuando vi que nos dirigíamos ahí y que entraba al estacionamiento, me acarició la mejilla y después se bajó y me abrió la puerta del auto. Subimos a un helicóptero, pero no me dijo adónde nos dirigíamos, insistía en que era una sorpresa.

Al llegar me di cuenta que estábamos en Miami, un chofer ya nos estaba esperando y nos llevó a su casa, caminamos a la terraza y estaba una mesa puesta para dos personas, yo no podía estar más emocionado, lo abracé y lo besé apasionadamente. Sobre la silla había un hermoso conjunto de ropa y fui al baño a ponérmelo, después desayunamos y más tarde caminamos por la playa con nuestras manos entrelazadas, nos metimos al mar y luego regresamos a la casa y estuvimos un rato en la alberca, compartimos muchos besos y abrazos, pero sin llegar a más, sólo estaba haciendo que mi deseo por él aumentará.

Nos bañamos y comimos en un precioso restaurante, después nos dirigimos de nuevo al aeropuerto y de ahí a mi departamento. En la puerta del edificio me dijo que había olvidado comprar unas cosas, que me adelantara, le di un corto beso y subí. Me di cuenta que tenía varios mensajes en la contestadora y los escuché, no podía creer que los Pimentel tuvieran esos detalles, cada uno de ellos había llamado para felicitarme, no sólo había encontrado el amor, había encontrado una familia maravillosa, aunque me dolía el distanciamiento con mis padres, sólo esperaba que algún día mi relación con ellos mejorara.

Escuché que mi móvil sonó y lo saqué de mi bolso, no tenía registrado ese número y un tanto desconfiado contesté.

– ¿Estás libre esta noche? – escuché la hermosa yaterciopelada voz de Joel.

– No, estoy esperando a mi novio para ira cenar – respondí siguiéndole el juego.

– Déjalo plantado, te aseguro que tedivertirás más conmigo – dijo en un tono sensual.

MI ARDIENTE TENTACIÓN - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora