Sin rumbo

Solo esta el

-Solo un niño tiene nombre, el otro al parecer solo lo encontraron.

-¿Cuál es su nombre?.

-Fabián - veo como abre sus ojos.

-¿Crees que sea?.

-No lo sé, te imaginas que sea el, quizá esa era la razón por la que quería hablar conmigo en el parque.

-No era la manera Sofía, pero dime ahora que tenemos esa pista ¿Quieres averiguar más de él?, Me da miedo que quiera hacerte algo.

-Necesitamos buscarlo.

-Si, pero ¿Donde?.

-Vamos al parque de ese día, dijo que su casa estaba a unas cuadras quizá lo veamos y así le puedo pedir que se haga la prueba para...

-Sofía calmate, para empezar solo sabemos su nombre y no estamos seguros que sea el, dos, ¿Por qué quieres hacer todo en un día? No te des falsas ilusiones o pueden lastimarte, igual necesitamos seguir investigando.

-Perdón Dam, tienes razón - digo mientras cierro la libreta - vamos a la oficina ¿si?.

-Lo vamos a encontrar Sofi, tu tranquila ¿está bien? Y también debemos ser discretos, ahora más que nunca.

-Gracias por apoyarme Dam, eres el único amigo que e tenido.

-¿El único?.

-Si, el real, los demás sólo les gustaban las fiestas y esas cosas pero jamás me ayudaron cuando tenía problemas - le sonrió.

-Ven aquí - dice mientras me abraza y luego con su mano cerrada, me despeina.

-Jaja Damián - digo riendo.

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-Te veo luego Sofi - dice Dam despidiéndose.

-Adiós Dam - digo mientras entro a mi oficina.

Antes de entrar le pregunté a Yurit por Gabriel y me dijo que seguía en junta, que en cuanto saliera me iba a hablar.

Así que decido comer la ensalada ya un poco batida.

El transcurso de las horas se me hace eterno.

Cuando terminó me acomodo en el sofá de mi oficina, sin antes mandarle un mensaje a Gabriel que lo esperare hasta que termine, pues no me quiero ir sola a casa.

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Siento cosquillas por todo mi rostro. Cuando estoy más consciente son besos, abro de inmediato mis ojos.

-Ven Sofi - dice Gabriel levantándome del sofá

-¿A donde vamos?

-Tu tranquila Sofi - dice sonriendome

-Nos vera toda la oficina que salimos así

-Ya no hay nadie Sofi

-¿Qué hora es? - Levantó mi rostro

-Es algo tarde, perdón. Después de la reunión hice otra cosa - dice cuando llegamos a la puerta de su oficina - espero te guste

Me baja en el Sofá de su oficina, y todo el lugar es hermoso, en la mesa esta nuestra cena, no hay luz más que la de las velas.