Claustrofobia II

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-Sofi - dice Gabriel mientras intenta despertarme.

-¿Qué sucede? - digo mientras me levanto y frotó mis ojos.

-Llegó la ayuda, en cualquier momento saldremos de aquí - cuando termina me da un beso en la frente.

-Veo que ya estas de un mejor humor - digo mientras me recargo en una pared del elevador y no lo pierdo de vista.

-Sofi no es el momento.

-Oh claro que lo es, y antes de que me dé un ataque dime ¿Qué diablos sucede contigo?.

-Nada Sofía.

-Esta bien, ya no diré nada.

-Es lo mejor.

Los minutos se vuelven horas, bueno para ser exactos solo paso una, demasiado incomoda, verlo caminar de lado a lado es estresante.

Mi tranquilidad vuelve cuando escucho que una de las personas comienza a mover las puertas del elevador - Buenas noches ¿se encuentran bien? - dice mientras solo abre un pequeño espacio en la puerta.

-¿Qué si nos encontramos bien? - dice Gabriel - mi novia sufre claustrofobia y tuvo un ataque, dígame ¿usted estaría bien?.

Al parecer se preocupo de mi, o tal vez esta tan molesto conmigo que se desquita con todos.

-Lo lamentamos mucho joven, pero venga necesitamos sacarlos de aquí.

-Primero que salga ella -me tiene que cargar pues el ascensor se paro justo a la mitad de la puerta - vamos amor, ya pronto estaremos fuera - mientras me carga para alcanzar la puerta se escucha un sonido muy fuerte y de inmediato suena la radio del señor que nos está ayudando.

-Necesitamos darnos prisa, tenemos problemas con el ascensor - lo primero que viene a mi cabeza es que se va a caer, así que mientras salgo, entro en pánico y por lo poco lucido que tengo del momento grite que sacaran rápido a Gabriel.

-No puedo subir, esta alto- dijo Gabriel mientras intentaba saltar.

-¡Ayudenlo! ¡Rápido! - la idea de que el ascensor descendiera con gran velocidad me aterroriza.

-Vamos deme la mano - dice el señor mientras logra tomar la mano de Gabriel y comienza a jalarlo, cuando al fin está afuera corro a abrazarlo.

-Tranquila Sofi no me iba a pasar nada, no se que problema es pero ya estoy bien - dice mientras me abraza y besa mi frente, luego toma mi cabeza con sus manos y la jala hacia su pecho.

-Tenía miedo de perderte, creí que iba a caer y te perdería - digo aún llorando.

-Jamás me voy a separar de ti - dice besándome una vez más.

-Vámonos de aquí por favor - digo mientras me aferro mas a él.

-Vámonos, y espero tomen cartas en el asunto - esta vez se dirije al señor que trabaja en el hotel - directamente se que no es culpa suya, pero necesito que el dueño se entere de lo que sucede en su hotel.

No me separó de él, así que ambos caminamos a las escaleras que conducen a nuestra habitación pues aún nos faltan dos pisos para llegar.

-Al fin estamos en la habitación - dice Gabriel mientras abre la puerta - y tu necesitas dormir un poco.

-¿En serio? - digo aún confundida.

-¿Qué ocurre?.

-Tu crees que yo ¿Voy a dormir después de todo esto?, claro que no, tengo demasiadas preguntas.

-Sofí aun no se la razón de, porque nos quedamos atrapadas, así que tranquilizarte.

-Sabes a lo que me refiero - digo mientras lo suelto. Y comienzo a caminar en circulos ya que no logro que me diga nada - desde que salimos del evento no me quieres decir que te ocurre.

-Sofi estoy algo cansado para seguir discutiendo si, ¿Podemos dejar esto para otro día? Me siento mal.

-No Gabriel, si quieres que esto funcione tienes que comenzar a decirme las cosas, estoy harta que a lo largo de mi vida nadie me de mi lugar, todos simplemente me utilizan.

-¿A que te refieres con utilizan? ¿Crees que solo te utilizo? - dice mientras se pone de pie y camina hacia mi.

-Pues así parece, si no me utilizas me contarías todo lo que ocurre contigo.

-Esta bien quieres saber, te lo dire - dice mientra se para justo frente a mi y ninguno de los dos aparta la mirada-de todos los errores que he cometido desde que te conozco de este me arrepiento como no tienes idea.

-¿Cuál? - digo sin entender a qué se refiere.

-¿Por qué no me dijiste, que intentaron hacerte daño la noche que te bajaste del auto?.

En ese momento el frío invadió mi cuerpo, y recuerdo lo sucia que me sentía esa noche, las palabras de ese hombre, diciéndome que volvería, recordar la adrenalina que sentí al pasar las calles corriendo hasta por fin encontrar a Damián.

-Sofía dime - dice mientras toca mis hombros y yo solo intento guardar el equilibrio pero siento que desvanezco- Sofía - dice mientras caigo al piso - ¿Te sientes bien? - dice mientras me abraza pero lo quito pues me siento sucia.

-No me toques - digo mientras me alejo de él, y me recargo en la pared.

-Perdoname Sofía, todo esto fue mi culpa, si yo no te hubiera dejado sola en ese estacionamiento - dice mientras se sienta a un lado mío - y si Damián no hubiera llegado a tiempo, creeme que me sentiría aún peor, todo tus problemas son mi culpa, que siempre estés presionada, que llores, que las otras personas te hagan daño - se intenta poner de pie pero lo tomo de su mano.

-Espera - digo mientras bajó la mirada pues siento mojadas mis mejillas.

Sin rumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora