Llegamos al lugar e intento bajar del auto pero Gabriel me dice que espere. Veo como da la vuelta para abrir mi puerta.
-Vamos Sofi - dice ofreciéndome su mano, lo tomó, pues con estos tacones necesito apoyarme en alguien - sígueme la corriente, ¿Esta bien? -dice casi murmurando en mi oído.
-Buenas noches joven Hamilton, bienvenido.
-Muchas gracias - digo mientras entramos, pues Gabriel parece no tener muy presente sus modales-- ¿te doy un consejo?.
-¿Tu me darás un consejo? - dice con una risa sarcástica.
-Pues si quieres que siga con esto, tienes que hacerlo.
-No te necesito - dice restándole importancia.
Lo suelto y me regreso, cada vez estoy más cerca de la puerta y al ver que el no llega camino más rápido, hasta que siento su mano en mi muñeca y dice.
-Aquí esta amor ya lo encontré - a lo que volteo y me acerca a él - esta bien, será a tu manera, dime- susurra en mi oído.
-Necesitas ser más amable con las personas, socios de la empresa, meseros, en fin con todo aquel que se encuentre esta noche aquí.
-Nadie lo es.
-Me vale todo el mundo, solo quiero que tu lo hagas, eso es todo.
-Esta bien, pero ahora acompáñame con los socios.
Después de saludar a muchas personas esta noche llega la mejor parte, el señor Williams.
-Es un gusto volver a verlos, y ahora ya de novios - dice mi "padre", la verdad no, a partir de hoy lo llamaré Williams.
-De hecho somos prometidos - dice Gabriel.
-¿Puedo ver el anillo? - dice mi madrastra quien acompaña al señor Williams.
-Me temo que no - responde Gabriel.
-¿Por qué?.
-Aún no se lo doy, solo estoy buscando el lugar y el momento perfecto, es la mujer con la que siempre soñé y quiero que jamas olvide esto - dice mientras sonríe.
Le sonrió levemente e ignoro todo lo que acaba de decir, no quiero enamorarme de él y sus mentiras.
-Cuéntanos más de ti Sofía ¿Quienes son tus padres, tus hermanos? - dice el señor Williams, si el puede mentir, supongo que yo igual ¿no es así?.
-Mis padres murieron hace mucho, y desde muy pequeña tuve que ver por mi, viví un tiempo con una de mis tías pero igual no tiene mucho que murió, en la escuela fue donde conocí a Sara, su hija, ella me ayudó a llegar a la empresa de Gabriel - hago una breve pausa pues recuerdo a Sara- por cierto mi más sentido pésame.
-Esta bien Sofía no te preocupes - parece no importarle.
-Créame su hija era una chica demasiado linda y no dudo que el resto de sus hijas lo sea igual,¿Me puede contar mas acerca de ellas?.
-Sofi - dice Gabriel.
-No no se preocupe joven - dice el señor - desde que murió mi esposa las consenti mucho, en especial a la segunda, quien le gustaba ir de fiesta todas las noches y creeme nadie la podía controlar.
-ja- dice Gabriel con una pequeña sonrisa mientras me observa, insinuando que me parezco... Si supiera.
-Tal vez solo necesitaba su apoyo, créame la pérdida de una madre no es nada fácil.
-Tratamos de apoyarla, luego se comprometió con un joven, tuvo un accidente y no sabemos nada de ella, pero sin duda usted me recuerda a ella, no cualquiera tiene ese carácter.
-Yo creo, más que carácter es actitud - le sonrió sinicamente - ¿Y su hija pequeña?.
-Ella aun es menor de edad por lo que vive con nosotros, de hecho mañana asistirá a la comida.
-Sería un placer conocerla - solo esto me hace muy feliz.
-Bueno gran platica - dice Gabriel - pero vamos a ver a otro socio, con permiso.
-Un placer poder hablar con usted señorita.
-Lo mismo digo - luego camino con Gabriel hasta llegar con más socios y así se pasa mi noche.
Cuando creo que nada más puede ir peor, llega Dulce.
-Hola Gabo - dice coqueteandole, por lo que suelto a Gabriel y camino a la mesa de copas, para dejarlos solos.
Toda la noche he tomado una que otra copa, pero sin duda hoy quiero tomar un poco más.
Tomó copa tras copa, después de la quinta comienso a marearme un poco, pero todo está bien.
-¿Señorita se encuentra bien? - dice un mesero.
-Si no se preocupe, solo tengo sed - digo levantando mi copa.
-Si me deja darle un consejo, no le recomiendo tomar mas, puede caerse o lastimarse.
-Gracias - digo mientras bajó la copa.
Pero mi terquedad hace que tome una más, eso fue suficiente para lograr que me mareara.
-Tengo que sacarte de aquí - dice Gabriel mientras me toma de la cintura, eso me ayuda, pero aún puedo caminar.
Según yo camino bien, pero desido no hablar, así hasta que llegamos al auto, por suerte aquí no hay nadie.
-Sofía ¿en que estabas pensando?
-No lo se, enserio lo necesito, me siento muy mal Gabo - no se que digo, solo quiero dormir - ya dejame quiero entrar al auto - lo apartó de mi, pero no tengo fuerza y resbaló.
-Sofía - dice mientras me agarra por la cintura y quedamos muy juntos.
Surgen en mi unas ganas tontas por besarlo, lo sujeto del cuello y lo acercó a mi, el beso cada vez es mas fuerte y el me corresponde con sus movimientos, pero luego de un rato se detiene para ayudarme a entrar al auto.
-Así no Sofía - dice mientras cierra mi puerta y el sube - vámonos ya, es tarde y el hotel queda lejos.
Comienzo a cerrar mis ojos y entre mi sueño e ilusión ya no se que es real y que no, solo recuerdo decir - te amo Gabriel.
-Yo a ti Sofía, solo quiero que seas feliz, y por eso voy a cuidarte siempre.
Siento su mano sobre mi mejilla, y minutos después logro dormir.
ESTÁS LEYENDO
Sin rumbo
Teen FictionEspero poder contarles toda mi historia hasta con el más mínimo detalle, pues he tenido una vida tan dura desde pequeña, que el simple hecho de viajar a los recuerdos, me duele. Todo inicio el día que mi madre falleció, pues mis dos hermanas y yo...