Persecución ( Parte 2)

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Gabriel:

La comida de hoy fue algo frustrante, la cantidad de dinero que falta en la empresa sigue siendo sospechosa, no se que sucede pero todo esto me tiene al limite del colapso. Ya no quiero seguir al frente de ella, jamás pedí esto.

También desde que se fue Sofía me siento angustiado. Pero todo esto me preocupa mas cuando siento un dolor en el pecho que jamás me había pasado. Estoy a punto de marcarle pero ella lo hace.

+Sofía, cariño ¿donde están?. - estoy a punto de decirle lo angustiado que estoy, pero lo que estaba por decir no lo esperaba.

-Gabriel escucha con atención, veníamos saliendo del restaurante y una camioneta nos comenzó a seguir, ahora se nos unió una más - en cuanto termina me quedo inmóvil, hasta que escucho a Damián desesperado.

-Gabriel escucha, los estoy distrayendo, pero no creo poder hacerlo más, vamos hacia la oficina por la quinta avenida, avisa de inmediato a la policía.

+Listo voy para allá. - tomo rápido algunas cosas, y salgo corriendo de la oficina.

-¡No Gabriel, a la policía! - es lo último que escucho de Sofía, y corto la llamada, pues no hay tiempo que perder.

-

Yurit rápido toma este teléfono, esta conectado con el mío. Avisa a la policía y diles que vayan hacia la quinta avenida, hay una persecución. Date prisa. - digo mientras corro al ascensor y lo llamo al piso en el que estoy.

-Si señor.

-Con un demonio - digo ya que no llega el ascensor. - No voy a llegar- decido bajar por las escaleras, esto será más rápido.

Mientras corro siento como las cosas que vengo cargando caen al suelo, ignoro eso y solo guardo mi celular en la bolsa del pantalón.

En cuanto estoy abajo mi auto esta listo, así que subo a el de inmediato y lo pongo en marcha a una velocidad muy alta.

-Sofía, Sofía - solo eso puedo repetir en mi cabeza.

Siento mi corazón latir cada vez más rápido, pues el amor de mi vida, mi bebé y mi hermano están en ese auto, y temo por lo que les puedan hacer.

-Sabía que no debía dejarte ir sola - digo mientras golpeó el volante. Estoy tan molesto y preocupado a la vez. Si algo le pasa no me lo perdonaría jamás.

Estoy a unas cuantas cuadras y veo que la policía ya viene, toman distintas calles, dos patrullas vienen detrás de mi. Cuando estoy por dar la vuelta en la cuadra, a lo lejos veo los autos atravesados en la calle, Damián en el piso arrodillado y con golpes por todos lados. Aceleró, y cuando veo que le apuntan a la cabeza, me bajó corriendo del auto. Corro hasta el y me detengo al escuchar un par de balazos.

-¡SOFÍA! - logró verla en el auto, corro hasta ella, mientras que los policías llegan por todos lados a detener a los hombres. Es demasiado caos, pero yo solo quiero llegar hasta donde esta Sofía. No logro abrir el auto, pues aún tiene seguro, así que con un tubo que está tirado lo coloco entre la puerta y jalo. Al fin abierta.

-Damián - es lo único que escucho cuando estoy viendo si Sofía tiene algún daño.

-Sofía, reacciona, Sofía. - no puedo sacarla del auto, pues aún hay hombres afuera y alguien puede hacerle daño. Desido recostarla y cubrir los vidrios, por si hay algún disparo hacia las ventanas.

-Una ambulancia por favor - grito hacia los policías, al voltear me dicen que la zona ya es segura, así que cargo a Sofía en brazos y la subo al auto. Por otro lado veo como una ambulancia sube a Damián en una camilla.

El momento a pasado tan rápido que no logré ver como se encontraba mi hermano. Sin dudarlo dos veces arrancó mi auto y sigo a la ambulancia para que también revisen a Sofía. Por lo que veo sigue desmayada. Pero no logro despertarla.

-Tranquila cariño - volteo a verla y coloco mi mano en el vientre, me asombro cuando siento pequeñas patadas. - Bebé - Hacen que me tranquilice un poco.

Siento algo extraño dentro de mi, veo borroso y siento mis ojos con lágrimas. Me detengo para evitar un accidente pues no veo bien.

-¿Qué me pasa? - limpio uno de mis ojos y posteriormente veo mis manos, tengo una lagrima.

-Se llama llorar cariño - dice Sofía despertando.

-Sofía - me quito el cinturón rápido y me estiró para abrazarla. - te perdía Sofía, te perdía. - trato de calmarme pues no quiero llorar, oculto mi cabeza en su cuello y su aroma hace que me tranquilice.

-Gabriel - hace una breve pausa - ¿Y Dam?.

-La ambulancia lo lleva al hospital, pero no lo vi. - permanezco en su hombro.

-Escuche balazos Gab, tu, ¿Tu crees? - no quiero ni pensar en eso así que alzó mi cabeza.

-No Sofi, no pensemos en eso. - me estiró para ponerle el cinturón y luego me pongo el mio. - alcancemos a esa ambulancia.

Sin rumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora