El día de hoy Gabriel regresó de su viaje de negocios por lo que todo aquí está hecho un caos, pues en unas horas se llevará a cabo una reunión sumamente importante con los socios de la empresa.
Como de costumbre, Gabriel está de muy mal humor, incluso más que otros días. Por un lado lo agradezco, pues solo así podemos evitar tocar el tema, sobre lo que sucedió aquella noche que me dejó varada en el estacionamiento.
El estar dando vueltas por la oficina ya sea ordenando documentos o buscando información, me ayuda a tener mi mente ocupada y solo así logro olvidar por ratos el insidente, y a aquel hombre asqueroso.
Por otro lado Damian insiste en que presente mi denuncia en el ministerio público, pero temo a que me descubran. Fuera de eso, esta muy al pendiente de mi, tanto que ya se ofreció a llevarme a casa todos los días que el pueda, sin importarle la hora.
Sin duda alguna, puedo decir que es la mejor persona que he conocido.
-En una hora te quiero en la sala de juntas - dice Gabriel mientras se pone de pie y abrocha su saco - no quiero nada de peros Sofia - dice mientras camina hacia la puerta - y si ocurre algún imprevisto que se tenga que solucionar antes de la reunión, no dude en llamarme. - me observa fijamente.
-Claro, yo le habló y no dude que ahí estaré - no se si me alcanzo a escuchar pues salió con prisa de su despacho.
Aprovecho la hora de la comida para hacer tarea y adelantar trabajos de la escuela.
Por primera vez en mi vida me siento productiva y eso no se debe a que este haciendo tarea, lo digo porque ahora entiendo lo que es salir a trabaja y estudiar a la vez, lo que es vivir sola y tener tu espacio, andar por la vida sola sin guardaespaldas o personas que te juzguen por tu aspecto, la ropa que vistes o tus gustos, por primera vez me siento libre pero a la vez atada a un empleo del que dependo económicamente para que el resto de mi plan salga bien.
Las horas han pasado y no se nada de Gabriel, no es que me importe, al contrario para nada pero en estos momentos mi empleo y el de más personas depende de esto, por lo que decido marcarle a su celular.
-¿Ocurre algo Sofia? - responde enojado como siempre pero esta vez también de le escucha agitado.
+Solo para recordarle que la junta esta por iniciar y tiene que estar aquí.
-La junta...- se escucha en un susurro- en unos momento voy - termina y cuelga.
-Gracias - digo sarcástica a pesar de que ya me di cuenta que colgó.
Camino de regreso a mi lugar y tomo una llamada de la empresa. Cuando termino, salgo con dirección a la sala de juntas la cual está a un costado de la oficina de Damian.
-Mucho gusto tenerlo aquí señor Williams - dicen a unos cuantos metros atrás de mi - lamento lo de su hija - dice esta vez quien parece ser Damián.
Al escuchar que dice el apellido de mi padre, los nervios me invaden y sin dudarlo entro a la oficina de Damian para evitar que me vea.
Cuando cierro la puerta, me siento en el piso y dejo caer lo papeles justo a mi costado, luego coloco mi cabeza sobre mis rodilla y me decido quedarme en esa posición hasta que me sienta más tranquila. Parecía que lo estaba logrando, pues al escuchar que la puerta se abría, los nervios me invadieron, por lo que solo mire a la puerta.
-¿Así entras a todos lados? - dice Damian en un tono bromista, lo cual hace que me relaje un poco. Luego de esto entra y cierra la puerta para camina hasta mi.
-¿Qué ocurre? - dice mientras se sienta a mi lado - ¿Te encuentras bien? - dice colocando una de sus manos sobre la mía en forma de apoyo.
-No Dam - digo mientras lo veo a los ojos - nada esta bien en mi vida - digo bajando la mirada - yo siempre he tratado de ser fuerte, pero no se que me ocurre últimamente.
-Sabes que puedes contar conmigo ¿no?, aquí estoy si necesitas hablar.
-Gracias - digo acercandome a el para abrazarlo - no sabes como me ayuda el hecho de que estés aquí - digo en un susurro.
La puerta de la oficina se abre y puedo ver que es Gabriel, quien llega con una sonrisa la cual se esfuma al vernos sentados en el piso.
Ya decía yo, que era demasiado extraño verlo sonreír, aunque fuera por unos segundos.
-Es hora de iniciar la junta - dice molesto mientras sale de la oficina y cierra la puerta con fuerza.
-Bueno, vamos - dice Damian poniéndose de pie - ya lo ordenó el ogro.
-No puedo ir - digo cuando me pongo de pié.
- ¿Por qué?, ¿Qué es lo que ocurre? - dice mientras me observa extraño.
-¿El señor Williams, es socio? - preguntó inconscientemente.
-Si - responde rápido y firme - ¿Tienes algún problema con el? - vuelve a mirarme extraño.
-No, pero la verdad no me inspira confianza, prefiero no ir - digo mientras intento salir, pero Damian me detiene.
-No Sofia, expliacame ¿qué sucede?, por favor - dice con una expresión rara en el rostro - quiero ayudarte.
Cuando estoy a punto de contarle sobre quien soy realmente, mi celular suena.
-No tenemos todo el día Sofia - dice Gabriel molesto - necesito que estés presente en la junta y rápido - luego de halar con un tono fuerte de voz, cuelga.
-Hablamos en otro momento - digo nerviosa por lo que pueda suceder.
Levantó las carpetas antes de salir de la oficina, pero al estar frente a la puerta, la observo detenidamente y dudo en entrar.
-Si te sientes incomoda, solo sal y no digas más, yo me encargo - dice alguien a mis espaldas, lo que hace que salga de mis pensamientos.
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Sin rumbo
Novela JuvenilEspero poder contarles toda mi historia hasta con el más mínimo detalle, pues he tenido una vida tan dura desde pequeña, que el simple hecho de viajar a los recuerdos, me duele. Todo inicio el día que mi madre falleció, pues mis dos hermanas y yo...