Enfrentamiento

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-Yo - digo mientras volteo y veo que es Damian - solo te necesito a mi lado, dándome fuerzas - digo sonriendo mientras el llega a mi lado.

-Sabes que no te voy a presionar. Si te sientes incomoda, solo sal de la sala ¿Esta bien? - dice Damian, mientras coloca sus manos en mis hombros y me ve de frente.

-Esta bien - digo observándolo - Te quiero Damian - lo abrazo, pero al ver que la puerta de la sala de juntas se abre justo frente a nosotros, nos separamos.

-Cuando gustes Sofía - dice Gabriel enojado - todos estamos a tu disposición

-Oye tranquilo viejo - dice Damian bromeando - solo son minutos, no creo que estas personas tengan cosas que hacer aparte de sentarse en la silla de su empresa.

-Lo siento - digo mientras me armo de valor y entro a la sala de juntas para evitar que la discusión se prolongue.

Al entra, me puedo dar cuenta que todos los socios se encuadran de espaldas por lo que nadie nota mi presencia, hasta que Gabriel llega a mi lado y me toma de la mano para caminar a su ritmo.

-Buenas tardes a todos y una disculpa- dice mientras sonríe y me suelta la mano- por favor, permitanme presentarles a mi asistente personal, Sofía.

-Mucho gusto - Gabriel apoya su mano en mi espalda y hace que camine hacia enfrente, para que me puedan ver todos. De inmediato los socios me saludan y son cama les conmigo, estoy tranquila hasta que llega mi padre y se coloca frente a mi.

Mi mayor miedo en estos momento, es que mi padre me reconozca y entonces, todo mi plan se venga abajo.

-Con que Sofía - dice mi papá cuando toma mi mano para estrecharla.

No puedo evitar estar más nerviosa, pues el tono en el que me a hablado es algo alarmante.

-Así es señor Williams - dice Gabriel llegando a mi lado - ¿Ocurre algo?.

-No joven Gabriel - dice mi padre con cara de pocos amigos - solamente que mi esposa se llamaba Sofía y esta chica me recuerda a mi hija.

-Siento mucho lo de su hija - dice Gabriel a mi padre. No entiendo "¿Qué le sucedió a su hija? ", así que mi curiosidad puede más con la razón y decido preguntarle.

-¿Qué sucedió con su hija? - preguntó con un tono de curiosidad. Es algo incómodo de ver a la cara así que decidí voltear,  pero mi mirada topa con algo peor. Por la expresión de Gabriel puedo pecatarme de que esta furioso pues supongo que el quiere iniciar con la reunión de inmediato.

-Ella tuvo un accidente hace poco. Cuando llegó la policía y los paramédicos al lugar, no encontraron su cuerpo, por lo que sigue desaparecida.

Vaya me sorprende la facilidad con la que miente mi padre para evitar que manchen su nombre, o que la prensa hable mal de él.

-Lo siento - lo digo en un tono de compasión, pues no estoy como para levantar sospechas.

-Bueno,  vamos a dar inicio. Ya no hay que perder ningún minuto más,  pues supongo que todos tenemos cosas que hacer. - dice Gabriel mientras toma asiento y al decir la última frase centra su mirada en mi,  como si esa indirecta fuera para mí.

Me despido del "señor Williams" y camino hasta la silla que está a un lado Gabriel para tomar asiento, pues debo estar a su lado en todo momento por si necesita algo.

Conforme las horas pasan, mi aburrimiento aumenta y mi desinterés por la junta es notable, pero eso no significa que no esté atenta a las propuestas que hacen los socios.

Volteo la cabeza y justo enfrente se encuentra Damian que al igual que yo, esta aburrido, con tan solo las miradas y un par de anemanes comienza a platicar conmigo. La risa me quiere ganar pero trato de evitarla, pues no es el lugar.

-Así damos por terminada esta reunión - dice Gabriel mientras se pone de pie y abrocha su saco.

-Un gusto conocerla señorita Sofía - dice mi padre caminando hasta mi, pero noto que me mira extraño, como si sospechar algo lo cual hace que el miedo me invada.

-Igualmente, espero que pronto encuentre a su hija - no suena muy convincente pero fue lo mejor que pude hacer.

Después de despedirme de los demás socios camino tras Gabriel para ir a su oficina.

-¿En serio Sofía? - dice azotando su puño contra la mesa.

Lo miro extraña y no digo nada, pues no entiendo a qué se refiere. Quizá sea debido a mi retardo al iniciar la reunión.

-Primero haces lo que se te plazca en la reunión, te ríes, no prestas atención, entras a la hora que quieres - mientras habla,  trata de no alzar la voz pues algunos socios aún se encuentran en el pasillo.

-Lo siento, no era esa mi intención - digo mientras me paro frente a él.

-Y lo que me faltaba, que te enredes con mi hermano solo por dinero - esta vez me toma del brazo y me sujeta con fuerza.

Me molesto tanto que le doy un golpe en el pecho pero parace no sentir nada.

-Con eso no me vas a mover - dice aún enojado.

-En primera no eres quien para juzgar lo que haga o deje de hacer con mi vida,  eso no es asunto tuyo, y por si te interesa Damian solo es mi mejor amigo. Segunda, solo eres mi jefe y no tienes porque lastimarme - alzó la voz pues no me suelta - así que no tienes derecho a hacerme esto y mucho menos faltarme al respeto con tus comentarios.

-Es mi oficina y aquí se hace lo que yo digo - dice gritando por lo que no dudo que se ha escuchado afuera.

De un momento a otro, entra Damian así que Gabriel me suelta y se aleja de mi.

¡Vaya!, no había notado la distancia tan corta que había entre nosotros. Sin dudarlo corro hacia Damian quien me espera con los brazos abiertos a unos metro de la puerta. Cuando llego a su lado, deja un beso corto en mi frente, mientras trata de ayudarme a tranquilizarme.

-¿Qué te ocurre Gabriel? - Damián alza un poco la voz, así que antes de seguir me pega a su pecho con una mano, mientras con la otra mano cierra la puerta, para evitar que alguien se entere sobre esta "conversación".

Sin rumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora