No se que me pasa

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-¿Qué Gabriel? ¿Qué quieres? - digo dándome la vuelta muy enfadada.

-¿Es que no entiendes? - dice mientras llega frente a mi y coloca sus manos sobre mis hombros.

-Entiendo todo, solo no quiero estar vigilada siempre, he estado sola y salí de muchos problemas sola.

-Sofía esto es diferente - dice alzando la voz, luego se calma y habla más bajo - ¿Por qué no entiendes que lo único que quiero hacer es cuidarte? - baja la mirada - no quiero perderte, porque no lo soportaria, no soportaria saber que alguien te hizo daño - cuando termina me mira a los ojos.

Siento como pasa sus manos atrás de mi cabeza y acarisia mi mejilla.

-Solo quiero que seas feliz, por favor Sofía, te lo suplico dejame cuidarte.

Sus palabras hacen que algo cambie en mi, todo es diferente.

Me acerco a él hasta que nuestros labios están uno sobre el otro.

-Gabriel espera - digo mientras nos separó.

-Lo sé, tu espacio.

-No - digo mientras juego su mejilla- ¿no estas jugando conmigo, verdad?.

-Claro que no Sofía, quiero algo serio contigo.

-¿Me dejaras pensar, al menos lo de la denuncia?.

-Solo si prometes quedarte con el chófer y los guarda espaldas.

-Bien es un trato.

Ambos subimos al auto y nos dirigimos al departamento de Gabriel.

Al llegar me llevó una gran sorpresa, pues en la puerta de la casa se encuentra el auto del papá de Gabriel.

-Gabriel - digo al verlo mientras lo tomo del brazo.

-Se irán pronto - dice mientras se estaciona - esperame aquí, voy rápido.

Gabriel sale del auto y desde aquí veo como su padre lo hace también, luego camina al lugar del copiloto para abrirle la puerta a una señora muy elegante, guapa, por lo que creo es su esposa.

Frunciendo la ceño, Gabriel regresa al auto para abrirme la puerta.

-Vamos bonita, mis padres quieren conocerte.

-Gabriel espera ¿Qué pasa si nos preguntan algo? - digo preocupada.

-Solo sígueme la corriente, solo así se irán pronto - dice ofreciéndome su mano - confía en mí.

Lo tomo de la mano y ambos caminamos hasta la puerta de su departamento, pues sus padres se adelantaron, en esos minutos del estacionamiento a la puerta, logramos ponernos de acuerdo en lo que diríamos si preguntaban algo.

-Ambos suelen ser muy curiosos Sofí y hablan demasiado, perdón si ellos llegan a incomodarte.

-Gab esta bien - digo mientras le doy un beso en la mejilla.

-Esta bien, vamos, pasa - dice después de abrir la puerta.

-Gracias.

Al pasar por aquella puerta veo a los dos de espaldas y me quedó impresionada por lo grande del departamento, es muy hermoso.

-Bueno papá, mamá ella es Sofía, mi novia y ahora mi prometida.

-Un gusto señor Hamilton a usted ya lo conocía - digo mientras estrechamos la mano.

-Aún así es un gusto verte Sofía, eres una chica linda - dice amable.

Cuando saludo a su mamá ella se presenta.

Sin rumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora