Llego el final.

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-¿Qué quieres? - trato de sonar impasible.

Luego de esto le pido a Edgar que salga del auto para poder hablar con mayor libertad.

-Hija, ¿creíste que sería tan iluso para no encontrarte?.

-En primer lugar no me digas hija, pues desde hace mucho dejaste de ser un padre para mi. 

-Mira hija, no hablo para discutir contigo, sino para darte una oportunidad.

-¿Una oportunidad?.

-Hace una horas se confirmó que yo cause el fraude por el que detuvieron a tu marido.

-¿Tu hiciste qué? - siento mucha angustia no se que hacer, me falta el aire.

-Shh... silencio que aún no termino. Lo hice cuando no sabía que tu eras mi hija, pero cuando lo descubrí me alegre tanto, pues de esa manera pude vengarme por lo que me hiciste.

-¿Qué te hice? Por dios - digo enfadada, tanto que bajo del auto.

-¿Qué hiciste?. Te recuerdo que al no casarte, yo no pude cobrar tu herencia y por consecuencia mi empresa quebró.

-A ver aclaremos las cosas, ese dinero es mío y no te iba a dejar manipularlo tan fácil, ni aceptaría ese matrimonio tan absurdo, y dos, tus malos movimientos e inversiones llevaron tu empresa a la ruina.

-Veo que aún tienes carácter.

-No pienso escucharte más.

-Yo creo que te interesa escuchar lo que diré. El día de ayer, le llegó a Gabriel una caja, la cual contenía información sobre ti y por lo que me enteré, lo hizo dudar sobre quien eres - cuando termina la frase comienzo a entender su actitud de anoche. - por tu silencio creo que lo notaste raro ¿no es así?.

-¿Cómo sabes todo eso?.

-Cómo te lo digo siempre Sofía, si es que así puedo llamarte, siempre voy dos pasos antes que tu. Ahora, si no quieres perderlo debes contarle toda la verdad antes de esta noche o ¿prefieres que alguien más lo haga?.

-No puedes ser tan cruel.

-No te confundas Sofía, yo no soy quien se lo dirá. Esta caja viene de alguien más. Como el buen padre que soy te estoy advirtiendo para que emendes tu error a tiempo, o alguien más lo hará por ti.- cuando termina de hablar escucho que cuelgan. Estoy tan nerviosa que subo rápido al auto.

-Rápido Edgar necesitamos ir a casa ahora mismo.

Durante el camino intento contactarme con Gabriel. Al principio entran las llamadas pero después me manda al buzón.

-Lo sabe, el lo sabe - hablo solo para mi. 

Al llegar a casa empaco el resto de mis cosas a excepción de una maleta, pues es lo que utilizo durante la noche.

Cuando estoy más tranquila, me pongo en contacto con Yurit mientras le pido a Edgar que lleve las cosas a mi casa, pues no quiero que Gabriel sepa dónde estaré.

Tal vez todo esto suene como si quisiera huir antes de que el llegue, pero no es así. Yo ya tenía planeado esto, separarnos es lo mejor para ambos, y aunque me duele en el alma aceptarlo, es la única manera en la que mi familia ya no lastimara a Gabriel.

Mi padre tal parece inició su venganza antes de tiempo, pues logró que Gabriel perdiera una pequeña parte de su empresa, que estuviera en la cárcel, que no viera a su hijo aunque sea unos segundos en quirófano. Ahora veo que siempre tuvo razón, esta dos pasos delante de mi.

-Yurit, buenas noches, perdón que te moleste. ¿Mi esposo se puso en contacto contigo?.

-No señorita - responde algo nerviosa.

Sin rumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora