¿Cómo respiro?

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-Pues claro, vinieron para conocer a mi futura esposa.

Camino por el cuarto y me paro justo frente a la ventana desde donde se ven algunas personas llegando. Me cruzo de brazos y solo observo con calma.

-¿Te encuentras bien? - dice Gabriel, mientras pasa sus brazos bajo los mios y me abraza por atrás. Apoyo mi cabeza hacía un lado y luego la dejo ir hacía atrás.

-Tengo miedo.

-¿A que le tienes miedo? - dice mientras me da la vuelta, y me señala la cama para que tome asiento.

-Tengo miedo, a no pueder llegar a amarte como tu a mi, en que tu padre se entere que le mentimos en un principio.

-Sofi - dice mientras se arodilla frente a mi - dejame entrar en tu vida, demostrarte que no quiero propasarme contigo, por favor dejame enamorarte, ¿por que te cierras y no te permites ser amada?.

-Pase por tantas cosas en el pasado que hoy me hacen dudar, y creas o no, aún recuerdo como me hiciste la vida dificil durante meses.

-Es mi castigo, y probablemnete todas las mañanas en cuanto abras los ojos me veraz, pero si decides quedarte a mi lado voy a cargar con eso el resto de mi vida y por ti estoy dispuesto a todo y no descanzare hasta que me perdones - dice mientras se pone de pie para luego sentarse conmigo en la orilla de la cama.

Toma mis manos entre las suyas, y de su pantalón saca una pequeña cajita.

-Gabriel ¿Qué haces?.

-Se que nada va a compensar el daño que te hice en un pasado pero quiero que tomes este anillo con la promesa de que luchare por ti todos los días, como simbolo de mi lealtad hacía ti - dice mientras comienza a ponerme el anillo, cuando termina, coloca mi mano sobre su pecho - soy tuyo Sofía.

No puedo evitarlo y me acomodo entre sus brazos luego el pasa los suyos al rededor de mi y por primera vez en mucho tiempo, todo a mi alrededor me deja de importar y solo quiero enfocarme en el.

-Piensa en lo que te dije Sofi, estaré esperando el tiempo que sea necesario.

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Bajamos las escaleras tomados de la mano. Veo como los que estan cerca solo nos observan.

-Gabriel todos nos ven - le digo en un susurro.

-Sofi seamos realistas te estan viendo a ti.

-Eso es aun peor - escucho como suelta una pequeña risa -Oye - digo seguido de una pequeña sonrisa.

-Ven conmigo Sofi - dice Gabriel - vamos a presentarte con algunos amigos y familia.

La verdad después de la segunda persona, olvide sus nombres y solo recuerdo haber dicho gracias.

Después de un rato creo que Gabriel se percata y me abraza por atrás.

-En la mañana no estabas así de nerviosa - dice en un susurro.

-Gabriel no es el momento - digo mientras oculto mi cabeza y siento un cosquilleo por todo mi cuerpo.

-No necesito verte para saber que te sonrojaste- deja un beso en mi mejilla.

-Gabriel para - le digo en un susurro mientras sus manos juegan con las mías.

-Esta bien bonita - dice después de unos segundos, me da un beso en la cabeza y me pide que lo acompañe, pero prefiero quedarme cerca de los bocadillos.

Camino a la mesa de dulces y tomo mis favoritos. Gracias a que estuve organizando todo con la señora Ana, pude tomarme la libertar de pedir lo que me gustaba.

-Señorita Sofía - dicen a mis espaldas, pero por la voz ronca y enfadosa pueso adivinar que es mi padre .

-Un gusto verlo otra vez señor Williams, al parecer siempre esta en los eventos de la familia Hamilton ¿No es así ? .

-No se equivoca - dice tomando un sorbo de su copa - y por lo que veo usted no tardo en lo más minimo en enamorar al joven Gabriel ¿No es así?.

-Si esta insinuando que esto lo hago solo por su dinero, usted se encuentra en un grabe error.

-Ya veremos, puede que no sea así, y si sea por amor, pero creame cuando le digo, que no le veo futuro a esto.

Puede que tenga razón, pero nada es para siempre, y al iniciar este día yo lo tenia presente, lo que no entiendo es porque ahora me niego a creer que pueda pasar.

-¿Sofi, estas bien? - dice Damian llegando a mi lado, mientras pone su mano en mi hombro y me mueve lentamente para sacarme de mis pensamientos.

-Si, perdón Damián me quede pensando.

-Los dejo, ire a charlar con otros socios , ah y una vez más, es un placer vernos nuevamente señorita Sofia.

Después de que se va y se pierde entre la multitud Damián comienza a hablar.

Sin rumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora