Persecución

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-No sabía que una embarazada podía comer menos que yo.

-Es que no tengo mucho apetito ahora Dam.

-Bueno al menos comiste algo, pero las papas y el helado si comelos Sofía, tenías antojo y mi sobrino no puede quedarse con el.

-No te preocupes esto si lo comeré - tomo una papa y la mezcló con un poco de helado. Siempre ha sido mi comida favorita, hasta ahora los únicos que saben son Gabriel Y Damián.

-Realmente ¿Sabe bueno?.

-¿Nunca los has probado? - digo asombrada - creí que la primera vez que me viste hacerlo, lo probarías por curiosidad.

-No Sofi, jaja realmente no se salado y dulce, aaaa... - antes de que termine le meto una papa a la boca.

-Shhh disfruta - le digo mientras sonrió.

-¡Sofía! ¿Por qué no me obligaste a probar esto antes?, dame otra. - ambos reímos.

Luego de eso, pasa minutos así que sigo comiendo y se hace un silencio en el auto. Volteo a ver a Damián cuando terminó y solo observo como no deja de mirar hacia la carretera y luego al retrovisor. Tengo una sensación extraña, así que yo también veo por el espejo del auto, una camioneta negra esta detrás de nosotros, así que le pregunto a Damián.

-¿Dam, qué ocurre? - digo colocando mi vaso en la parte de atrás.

-Sofía siéntate bien, por favor cierra bien tu puerta y ventana. - dice sin despegar la mirada de la carretera.

-¿Qué ocurre?.

-Nos están siguiendo desde hace unos diez minutos.

-¿Cómo sabes?.

-Ya me desvíe muchas calles Sofi, aparte no se es muy sospechoso. No vamos a la empresa, ni a tu departamento ni a ningún lugar así, okey.

-Le avisaré a Gabriel.

-No espera, si le dices no nos dejará de regañar, se va a alterar y todo estará peor. Igual deja su numero en la pantalla, si las cosas se ponen feas le marcamos de inmediato.

-Bien, bien.

Veo como Damián comienza a dar vueltas en una calle, pero el auto se nos acerca más. Esto hace que Dam también acelere, y se disculpa por la velocidad.

A esto, una camioneta más se nos une.

-Sofía, no puedo distraerlos más, hablale ya, nos van a rodear.

Los nervios me invaden y me quedo inmóvil frente al tablero del auto.

-¡SOFÍA! HABLALE. - despierto del pequeño transe en que estaba y marcó inmediatamente.

-Responde, responde.

+Sofía, cariño ¿donde están?.

-Gabriel escucha con atención, veníamos saliendo del restaurante y una camioneta nos comenzó a seguir, ahora se nos unió una más - digo nerviosa así que Damián me interrumpe.

-Gabriel escucha, los estoy distrayendo, pero no creo poder hacerlo más, vamos hacia la oficina por la quinta avenida, avisa de inmediato a la policía. - dice Damián casi gritando.

+Listo voy para allá.

-¡No Gabriel, a la policía! - grito desesperada, pero termina la llama.

-Dam, no se si nos hizo caso.

-Típico de Gabriel, tu tranquila Sofi, solo comparte tu ubicación con el, conmigo, con la policía, y haz lo mismo de mi celular.

-¿Qué?.

-El auto está fallando Sofi, no se hasta donde mas podremos llegar, cualquier cosa que suceda no sueltes el celular.

-Dam estas insinuando que - mil cosas pasan por mi cabeza, tengo miedo.

-Sofía todo puede pasar, pero no te harán nada mientras este yo ahí, esto solo es para prevenir. - le coloco su celular en el saco y luego yo guardo el mio dentro de mi pantalón.

Estamos aún lejos de la oficina, mis nervios han aumentado.

Cuando Damián esta por dar una vuelta en la calle, un tercer auto se nos atraviesa. Estamos rodeados y no hay salida.

-¿Dam? ¿Qué haces? - digo angustiada, pues se retira el cinturón de seguridad, y toma su celular, para ocultarlo en su ropa.

-Sofía tu tranquila, ten - me pasa las llaves de su auto, y una llave del auto con que cambian las llantas - si alguien se te acerca no dudes en usar esto para defenderte.

-Damián espera ¿Qué vas a hacer? - digo deteniendolo pues está a punto de abrir su puerta.

-Sofía ellos en cualquier momento saldrán de sus autos, y no puedo dejar que vengan hasta aquí, ganaré tiempo.

Sin que pueda detenerlo, baja del auto, y luego pone seguro. Como lo había dicho, personas armadas bajan de la camioneta y el se detiene a unos cuantos pasos del auto. Veo como algunas personas le apuntan y caminan hasta el.

-¡Damián! - grito descontrolada y repetidas veces mientras veo como caminan hasta el.

Cuando veo que lo arrodilla, comienzan a darle golpes, los cuales hacen que expulse sangre de su boca. Quiero bajar del auto, pero las llaves han caído debajo de los asientos. Las busco desesperada, pues entre la presión he olvidado soltar mi cinturón de seguridad.

Cuando al fin las encuentro, escucho balazos y simultáneamente un dolor muy fuerte en el pecho. Estoy muy nerviosa, veo que alguien camina hasta mi, pero ahora solo tengo en la mente la idea de que Damián esta afuera herido. Tengo miedo, no se que hacer. Mi respiración es muy agitada, veo todo nublado, no puedo respirar. Entre algunas cosas que logro ver es como alguien abre la puerta del auto y caígo desmayada.

-Damián - es lo último que digo antes de perder la noción.

Sin rumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora