Cap. 25

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Abro los ojos poco a poco. No esperaba que pasara esto, pero quedarme dormido al lado de Sofía fue muy lindo.

No se si realmente la amo, pero con ella veo el mundo tan diferente, a cambiado mi forma de pensar, pero mi mal genio y mis miedos no me permiten acercarme del todo a ella.

Antes de que se despierte me pongo de pie, y la cubro bien, pues el clima no ayuda mucho, rápidamente me dirijo al baño para ducharme e iniciar con este día tan largo.

Hoy es un día importante para la empresa, pues el evento es para celebrar que una empresa de aquí busco a nuestra constructora para llevar a cabo todos sus proyectos.

Antes de asistir a la gala, necesito un traje pues con las prisas no pude empacar uno. Cuando estoy arreglado, me coloco mi saco color vino y antes de salír de la habitación, camino hasta la cama pues Sofí aún duerme.

Levantó un poco su cabello, descubriendo su rostro y dejó un beso en su frente, luego la cubro bien, y salgo de la habitación, sin antes, pedir el desayuno para Sofí.

Sofía :

Paso mi mano por mi rostro al escuchar que tocan la puerta de la habitación, me siento en la cama y frotó mis ojos para luego abrirlos.

-Adelante - grito aun sin abrir bien mis ojos.

-Buenos días señorita, su prometido encargo su desayuno - dice muy amable la señora, que le respondo como si fuera real.

-Muchas gracias - digo mientras me levanto de la cama y me dirijo a ver el desayuno.

Cuando llego a un lado de la charola, veo una nota con una flor, así que la tomó.

-Y ¿esta rosa? - digo sin entender nada.

-A mi solo me dijeron que la pusiera aquí - dice la señora con una sonrisa llena de inocencia - me retiro - dice caminando a la puerta.

-Gracias - digo antes de que cierre la puerta.

Me siento sobre una pierna en la silla que esta justo frente a la charola y tomo la nota.

Sofi...

Perdón por la noche que te hize pasar, imagino que ya te percataste que estabas durmiendo en la cama.

No podía dejarte en ese sillón, que por mas cómodo que sea, estas aquí por mi culpa y mínimo tu eres quien debe disfrutarlo.

Se que no me he portado del todo bien contigo, que soy el ogro de tu vida, pero... Deja que me disculpe...

Si me das la oportunidad de disculparme, te veo hoy al medio día en esta dirección, el chófer pasará por ti

Con cariño... Gabriel...

Jamás creí que Gabriel escribiría algo así y menos que quiera disculparse conmigo.

Pará empezar en que momento llegue a la cama, no recuerdo que yo caminara hasta ella y en que momento escribió esto.

Como niña loca y emocionada, desayuno contenta por aquella nota.

Cuando terminó inicia el gran conflicto en mi cabeza:

"¿Voy o no voy?"

Después de pensar tanto la respuesta, como niña sin control, corro al baño, me doy una ducha y me arreglo.

Antes de salir de la habitación tomo mi sombrero y bajó por el elevador.

Llegó a la recepción y veo el auto fuera del lobby del hotel, suena tonto, pero, cada minuto que pasa escucho que mi corazón late fuerte, es ridículo porque aunque no se a donde voy, en serio ansío tanto que entre Gabriel y yo surja algo.

Desido no crear más ideas tontas, así que me doy la vuelta, y cuando estoy llamando el elevador para regresar a la habitación, alguien me habla justo detrás.

-Sabía que te arrepentirias en el último instante, por eso decidí venir por ti, personalmente.

-Bueno, al menos en algo estamos de acuerdo - digo mientras lo volteo a ver - me arrepentí - digo a punto de entrar al elevador.

-Sofía - dice mientras pasa su mano frente a mi, para que no llame el elevador - quiero remediar todo, solo acompáñame por favor.

-Te va costar mucho Gabriel - digo mientras lo veo a los ojos - no sabes todo lo que ocurre en mi vida y tu solo me has gritado desde que me conoces.

-Lo siento, en verdad lo siento - dice con una cara distinta a la de siempre, realmente parece arrepentido - no te vas a arrepentir, acompáñame - dice extendiendo su mano.

-No, no va ser tan fácil - digo dando un paso atrás - es mejor que regrese a casa.

-Está bien no vamos a ir al lugar que quería, pero mínimo acompáñame a comprar mi traje para la gala de esta noche - dice cambiando su semblante

-Esta bien, pero solo, porque necesito un vestido - realmente no traigo nada para esta noche, salí a las prisas y se me olvido empacar uno, además no uso mucho vestido.

-Perfecto - dice el - entonces ¿nos vamos? - dice mientras coloca su brazo para que yo lo tome de ahí.

-Vamos - digo rechasandolo mientras camino frente a él.

No es por hacerme la víctima, ni la difícil, pero el realmente me lastimo con palabras, y por más que yo sienta algo lindo por el y deseé que ocurra algo, mientras no logre olvidar todo eso, no lo podré perdonar del todo.

Sin rumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora