Justo enfrente de la oficina de Gabriel se encuentra la oficina del vicepresidente y a un lado de la puerta, su respectiva secretaria. Me acerco a ella para preguntarle como obtengo lo de la contabilidad.
-Mira - me señala para que le diga mi nombre.
-Sofia, mi nombre es Sofia.
-Mira Sofia, debido a que la información es importante y confidencial, la manejan solo unas cuantas personas de confianza. - toma una hoja y una pluma - Camina por aquí y llegarás al cubículo de la Sr. Lucia, ella te brindará la información que requieres.
-Gracias - tomo la hoja - disculpe ¿en que piso?.
-En el de abajo - dados.
-Gracias - camino al ascensor y marco un piso menos, cuando llego a este pregunto por la señorita y le pido los papeles, ella me los entrega y verifico que sean los correctos, luego regreso a la oficina de Gabriel.
-Señorita Sofia, si en verdad quiere este empleo, tiene que ser más rápido.- dice enojado en cuanto ponga un pie dentro de esta.
-Lo lamento. - digo algo apenada, mientras le entrego los documentos.
-Qué no se repita y ahora tome asiento en aquel escritorio, ese será su lugar de trabajo, provisionalmente. - al parecer esta de mal humor en todo momento, pues su cara siempre esta fruncida y tal parece que esta muy agobiado. -¿Qué tanto me mira? - me pregunta, en cuanto ve que sigo frente a el observándolo.
-Lo siento, ya me pondré a trabajar. - me espabilo de inmediato.
-Eso es lo que debe estar asiendo, ya perdió demasiado tiempo. - que exagerado, solo fueron algunos minutos.
Solo aguanta un poco más, solo aguanta un poco más, repito la frase en mi cabeza. Jamas he trabajado pues no tenia la necesidad, por lo que se me dificulta mucho aceptar ordenes de alguien arriba de mi, pues no me considero una persona a la que le diga que hacer, o como debe hacer las cosas, pero no tengo opción, pues ahora es mi empleo y realmente lo necesito.
Las horas pasaron muy rápido. Observo mi celular y veo que son las ocho de la noche, luego volteo hacia Gabriel y sigue trabajando. Me sorprende que en toda la tarde no se despego de su computadora.
-Disculpe joven Hamilton - digo acercándome a el con cautela.
-Ahora ¿Qué se le ofrece?. - responde molesto, pues tal parece que le estoy robando su tiempo, el cual es sumamente mas importante que el de todos juntos en esta empresa.
-Ya es mi hora de salida - digo mostrándole la hora en mi celular.
-Puede retirarse - dice sin tomarme importancia.
-Hasta luego - no recibo respuesta y para ser sincera, tampoco la esperaba.
Antes de tomar mi mochila, guardo algunos documentos para poder terminarlos en mi casa, pues mañana es mi primer día de escuela y no me daré el lujo de llegar tarde. Sobre la escuela, solo me faltan dos años para terminarla, lo cual me entusiasma mucho, así que no quiero perder todo el esfuerzo que hice.
Salgo de la oficina y justo cuando cierro la puerta, recibo una llamada de Sara.
-¿Ya saliste?.
+Acabo de salir ¿Por qué?.
-Voy por ti, estoy cerca ademas, así aprovecho para que me cuentes que tal te fue.
+Esta bien te espero en la recepción.
-No sera necesario, ya estoy a unas cuadras.
Cuelgo sin decir mas y pido el ascensor. Al paso de unos segundos alguien mas los espera conmigo, es un joven.
-Hola. - dice algo tímido, mientras tiene ambas manos en la bolsa de su pantalón.
-Ah hola. - juraría que soné un poco descortés, pero no acostumbro a hablar con personas que esperan el ascensor conmigo. Cuando llega este, entro rápidamente y me recargo en la pared. El hace lo mismo y se para delante de mi.
-Me llamo Damián Hamilton - dice extendiendo su mano.
-Un gusto, mi nombre es Sofia Ward - digo tomando su mano, mientras me despego de la pared.
-¿Puedo?- señala el espacio que hay a un costado mio, dando a entender que quiere colocarse ahí.
-Oh si claro, adelante. - me muevo un poco mas para no estar tan juntos.
Por su apellido tengo mas que claro que es familia de Gabriel, así que para salir de la duda le pregunto si trabaja en la empresa.
-¿Trabajas aquí? - digo observándolo.
-Así es, soy el vicepresidente - ya decía yo - pero solo trabajo medio turno pues tengo que ir a la escuela por las mañanas.
-Mi caso es similar, solo que yo estudio arquitectura.
-¿En verdad?, esto es mucha coincidencia, yo igual ¿Qué función desempeña en la empresa?- pregunta mientras me observa con atención.
-Soy la asistente personal, del presidente de la empresa.
- ¿En serio? - dice sorprendido - ¿Con el ogro de mi hermano? imagino que debe ser difícil. - ambos reímos hasta que el ascensor se abre
- Lo es - digo cuando la risa cesa.
-En ese caso mucha suerte Sofí - dice saliendo del ascensor.- te veo mañana.
-Igualmente Damián, hasta luego. - caminando hacia la puerta.
-Solo dime Dami o Dam, como prefieras y recuerda que si necesitas algo ya sabes dónde encontrarme - dice señalando su gafete de la empresa, en donde dice su nombre y el cargo que tiene, en este caso la vicepresidencia.
-Muchas gracias. -le sonrió en agradecimiento.
Cuando Damián a salido de la ofician, entra una llamada a mi celular. La tomo cuando veo que es mi hermana.
-¿Dónde estás Sofía? - pregunta algo molesta.
+Ya voy - digo colgando la llamada y caminando rápido hacia la puerta.
••••••••••
-Fue el peor día Sara - digo recostándose en el sillón del auto.
-¿Cómo dices eso, si apenas es tu primer día?. - dice poniendo en marcha el auto.
-No sabes, tu amigo es un ogro - río cuando recuerdo la expresión de Damián.
-¿Por eso te ríes? - voltea a verme solo unos segundos pues va manejando.
-No, solo que me acorde de un chiste -digo justificándome.
-Trata de entenderlo un poco, el siempre a sido lo que sus padres creyeron que era mejor para el - en ese momento me sentí un poco mal por el - aparte esa es la parte difícil de un empleo Sofia, debes aprender a sobrellevar tus diferencias con el resto de las personas. - guardo silencio ante lo que acaba de decir pues no se como tomarlo. - Veras que te adaptaras, todo es cuestión de tiempo.
-Y con el, también es cuestión de paciencia. - esta vez inclino mi cabeza sobre la ventana.
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Sin rumbo
Ficção AdolescenteEspero poder contarles toda mi historia hasta con el más mínimo detalle, pues he tenido una vida tan dura desde pequeña, que el simple hecho de viajar a los recuerdos, me duele. Todo inicio el día que mi madre falleció, pues mis dos hermanas y yo...