*mmm hace mucho no escribía a esta pareja y nada en realidad joojo, solo he estado leyendo mangas y viendo Haikyuu! 乁| ・ 〰 ・ |ㄏ
Zoé se preguntó qué clase de esposa era la de Dante. Por las notas que acompañaban la comida o el portafolio, Zoé estaba segura de que era una como las de antes, una ama de casa, o quizás, una mujer que trabajaba desde casa y que equilibraba el trabajo y el cuidado del trabajo a la perfección.
Julián siempre se presentaba con una sonrisa, muy bien presentado, pese a que al final del día terminaba como un niño de preescolar, con la ropa manchada y despeinado.
Zoé leyó la nota: "No olvides comprar leche. Te amo". Zoé suspiró. Le tenía envidia. Además, la curiosidad de saber cómo era la esposa de Dante era tan grande como el Sahara.
—Quiero conocer a la mujer que es capaz de vivir contigo— Zoé mencionó— A la valiente que decidió ser tu esposa.
Dante unió las cejas, dolido.
—No seas cruel. Mi Mar me ama mucho.
Zoé rodó los ojos. Si, en definitiva la tal Mar lo amaba mucho.
—Puedes venir después del trabajo. Hoy salimos temprano. Dime, y le avisaré.
Zoé lo pensó. No tenía nada que perder y por fin conocería a la esposa de su amigo.
—Bueno, si insistís, no puedo negarme.
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La casa de Dante era de dos pisos. El exterior era bonito, mucho, como un hogar salido de un anuncio. Había plantas y un auto estacionado tan bien cuidado como el exterior. Para el cuadro perfecto, solo faltaba el perro y los niños.
Dante abrió la puerta y la hizo pasar primero.
—Mar, ya llegué.
—Si, ya me dí cuenta— un hombre rubio y de piel tostada apareció con un canasto entre sus manos— Bienvenido— Mar, quien no era una mujer, besó los labios de Dante— Tu debes de ser Zoé.
—Eh, ah, si. Y vos Mar. Mucho gusto.
—Es Marco. El gusto es mío.
—Lo llamo Mar porque sus ojos son azules.
Zoé asintió, todavía perdida.
—Adelante. Justo acabo de terminar de calentar la comida. Traeré los platos.
Dante la guió a la mesa.
—¿Por qué no me corregiste cuando dije esposa?
—Pues, quería que fuese una sorpresa.
El interior de la casa era mucho mejor que el exterior. Todo estaba tan limpio y el diseño era hermoso. Zoé vio al gato dormido junto al perro, y se preguntó cómo era posible tanta limpieza con dos mascotas.
—Iré a ver si Mar necesita ayuda. Siéntete como en tu casa.
Zoé movió la cabeza. Escuchó las voces provenientes de la cocina.
—No trajiste leche— la voz de Marco se escuchó molesta.
—Oh, lo olvidé. Iré luego de la comida.
—Eres como un niño pequeño, siempre terminas hecho un desastre. Quitatela, aprovecharé que estoy lavando la ropa blanca.
—Quería ayudarte. Debes de haber trabajado muy duro hoy. ¿No estás cansado?
No escuchó la respuesta de Marco, pero si el sonido de dos bocas uniéndose. De verdad, sentía envidia. Ella también quería un Marco.
*Gracias por leer ^°^
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Historias cortas y otras no tan cortas
FanfictionDrabbles/oneshots de diferentes parejas.