Historias cortas y otras no tan cortas

167. HAMBRE [Diego/Francisco]

Diego había hecho la oferta una vez, nada más como cortesía y para hacerle creer a Isabel que estaba haciendo el intento de llevarse bien con su antiguo compañero. Pero, claramente cómo sabía que iba a suceder, Francisco se negó. Diego asumió que para Francisco ya era suficiente el trabajar juntos, como para todavía verse después del trabajo.

Hacer la invitación se convirtió en costumbre, y con más razón sabiendo que a Francisco le molestaba. Habían dejado de ser adolescentes y al parecer, Francisco era el único que había madurado para bien, pero la molestia mutua no se había desvanecido.

El viernes por la noche, Diego decidió que ya era hora de ir a casa. Lorenzo ya debería de estar allá, lo sabía por el mensaje que recibió horas atrás. 

—Te invito a cenar. Conozco un buen restaurante— Diego dijo, cómo muchos días ya lo había hecho. Nunca había pensado en un restaurante en específico. Más bien, no lo había pensado a profundidad. Después de todo, solo era una provocación —Es viernes. Debes de estar libre.

Francisco se acarició la barba.

—Muy bien. ¿A dónde vas a llevarme?

Diego guardó su móvil en el bolsillo de su pantalón. No iba a llevar trabajo a casa.

—Bueno, nos vemos el lunes— su cerebro no registró la respuesta de Francisco— Espera, ¿qué dijiste?

—Tengo hambre, ¿a dónde planeas llevarme? O, ¿solo era una broma?

Los ojos azules se enfocaron en su persona.

—No es una broma. Vamos, vamos.

Ambos desconocían que las cenas (o comidas y almuerzos, dependiendo de la hora del día) se volverían una rutina.

*Gracias por leer ^^

Jsjsjsjs Diego y Francisco no se llevaban bien, pero siempre andaban juntos jojaja