123. SOBORNO [Felipe/Ezequiel]

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*por alguna razón, siento que Ezequiel y Anna serían super buenos amigos ( ´◡‿ゝ◡')

La ceniza salió volando. Era el segundo de la mañana, y para sus estándares, ya eran muchos. Felipe apagó la colilla en el cenicero.

Se suponía que era trabajo. Y si conseguía hacerlo bien, Felipe no tendría que preocuparse por buenas referencias. Pero, la línea que separaba su trabajo como agente encubierto y su vida personal, se había perdido. No existía más. Ya que, Felipe Aragón y Felipe Ceratti eran la misma persona, pero, ante los ojos de Ezequiel, no era así.

Su misión era fácil, como en una película policiaca, debía de mezclarse con Ezequiel Correa, un estafador con complejo de Robin Hood, y conseguir pruebas. En el contrato, no estaba explicado de qué manera debía acercarse a él, esos detalles fueron dejados a su criterio mientras consiguiera suficientes pruebas para meterlo a prisión, pero, cinco años después, Felipe estaba en un hotel, disfrutando del paraíso de una playa en Italia, a cinco días de casarse legalmente con el hombre que debía meter a prisión. 

Cinco años. Cinco malditos años en los que la moral de Felipe había sufrido cambios, y en los que había conocido a Ezequiel. Los mejores años de su vida, también. Carajo, si hasta se enamoró del estafador y su objetivo pasó a segundo plano. No, más bien, se olvidó de su deber y se entregó por completo a Ezequiel.  

—Ey, ¿qué hacés acá? Pensé que me acompañarías para bañarnos juntos.

Las manos de Ezequiel se posaron sobre sus caderas. La respiración golpeaba su nuca. Escuchó a Anna cantar en ruso en el balcón de abajo, acompañada con el sonido proveniente de la guitarra en manos de Valentino. Anna, la confidente de Ezequiel, la clave elemental para que el equipo detrás de las estafas se saliera con la suya y la ley no tuviera pruebas, pintaría un cuadro con su sangre si supiera su verdadera identidad.

Estaba en conflicto porque Felipe Ceratti era parte de la familia Correa, y no Felipe Aragón, y el hecho de que su trabajo había sido comprometido, no le importaba en lo absoluto. Luego del primer año, antes de que la relación surgiera, Felipe ya se sentía como en casa, había conocido a la familia de Ezequiel, y cuando lo vio interactuar con su sobrina, Felipe cayó más profundo.

—¿De verdad te querés casar conmigo?— Felipe cerró los ojos, la brisa fue bienvenida al igual que los besos repartidos en la extensión de su cuello.

Es un criminal, y sin embargo, vas a compartir tu vida con él, sin chistar, Felipe pensó. Pero, ¿no eran criminales los políticos corruptos y los oficiales que pedían soborno? ¿no era corrupto su jefe cuando su hijo se salvó de pisar la cárcel cuando lo encontraron con drogas? Ezequiel tenía un taller completamente legal, pagaba impuestos y daba empleo y el dinero que robaba lo usaba para obras benéficas.

—Feli, no te lo hubiera pedido si no quisiera— los brazos de Ezequiel se cerraron en su abdomen— Ya sea con Aragón o Ceratti, no me importa, mientras sea con vos— Ezequiel leyó su mente.

Su alma abandonó su cuerpo. Ezequiel lo sabía, pero, ¿cómo?

—Lorenzo me lo dijo. Él sabe cómo moverse y obtener información. No iba a contarte sin antes saber quién eras— Ezequiel explicó al sentir la tensión en su amante.

Felipe recuperó la compostura. El no decirle a Ezequiel, lo estaba matando, ya que nunca iba a poder llevarlo ante la ley, sería traición. El contacto que la policía le proporcionó pensaba que Felipe estaba yendo muy lejos, sin mencionar que Felipe dejó de presentarse a las citas informativas cuando comenzó a salir con Ezequiel y las pruebas que llevarían a la cárcel a la persona que amaba se encontraban en una unidad de almacenamiento. 

—Así que, te estoy dando la oportunidad de arrestarme, y no habrá malos entendidos. Lo comprenderé. Sos un hombre de la ley— Ezequiel dijo, sus labios rozando su hombro— Te esperaré en las visitas conyugales.

El pecho de Felipe vibró debido a la risa. Era un hombre de la ley. Ya no.

—Prometiste que pasaríamos la luna de miel en Álamo Seco, después, te entregaré— Felipe bromeó.

—Me parece perfecto. 

*Gracias por leer (。•̀ᴗ-)✧

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