140. INTELIGENTE+HOTEL+COMIENZO [Lorenzo/Gabo]

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*Hace mucho encontré unos vídeos de Gabo y Lorenzo de niños en la serie, el de camisa naranja es Lorenzo y el otro es Gabo, por si alguien no los había visto

*Hace mucho encontré unos vídeos de Gabo y Lorenzo de niños en la serie, el de camisa naranja es Lorenzo y el otro es Gabo, por si alguien no los había visto

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Se supone que iba a ser una historia corta pero nel

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Se supone que iba a ser una historia corta pero nel... Por cierto, escribí esto escuchando Burn Slow de Jaira Burns, le queda perfecto.

Gabriel Moretti nació el 23 de septiembre, al inicio de la primavera y también del otoño, y eso era lo que significaría para Lorenzo, aunque el pequeño de tres años todavía no lo sabía. 

×∆×

Lorenzo tenía la manía de hacer llorar a su hermano. Desde que Gabo nació, la atención de Diego tuvo que ser dividida, y a pesar de la corta edad de Lorenzo, él era muy listo, y había notado la diferencia. Diana sabía que no había una conexión natural madre-hijo entre Lorenzo y ella, pero, lo amaba como una madre, pues había cuidado de él desde el fallecimiento de su madre, cuando él apenas tenía dos meses. Y Lorenzo amaba a su padre como cualquier niño. Lo esperaba con ansias para mostrale lo que había hecho y jugar con él. Pero, con la llegada de un recién nacido, el tiempo se había reducido y el cansancio se había multiplicado, lo que llevó a Diego a disminuir el tiempo con su primer hijo, y a Lorenzo a resentir el cambio.

De pronto, el niño que gritaba mientras jugaba fútbol, o el que se reía a carcajadas viendo caricaturas, había cambiado. Aunque era curioso, Lorenzo no se había acercado a su hermano, no había investigado la llegada de un nuevo ser como solía hacerlo cuando sus amigas llevaban a sus hijos, Lorenzo hacía nuevos amigos.

—Mamá, ¿no podemos regresarlo?— Lorenzo preguntó una tarde. 

Estaba amamantando a Gabo, quien ya tenía tres meses y ya era más activo. Diana acarició la mejilla de Lorenzo con su mano libre.

—Vení, siéntate aquí.  

Lorenzo la obedeció. Ella llevó la mano de Lorenzo a la pequeñísima de Gabo. El niño la retiró.

—¡No quiero un hermano! ¡No lo quiero!— Lorenzo gritó y salió corriendo. Para su edad, su dicción era adelantada, y también era elocuente e inteligente.

Historias cortas y otras no tan cortasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora