Nota: el antecedente e inspiración de este drabble
Nunca le mentiría a Gabo, por eso supo que aquella vez en la que dijo que Gabo tendría la oportunidad, Lorenzo supo que el día en el que debía cumplir su promesa había llegado.
Gabo emanaba lujuria, él se encontraba acostado en la cama, lo había estado esperando. Sus hijos estaban con los abuelos y no tendrían que preocuparse del ruido, podrían dejarse llevar.
Amaba a sus hijos con cada átomo que lo conformaba, pero, también apreciaba la intimidad con Gabo y eso se había reducido. Debía de aprovechar el tiempo, aunque fuese corto.
Había ocasiones en las que se comunicaban sin necesidad de palabras, solo bastaba las miradas. Así que, se desvistió tomando su tiempo.
Gabo descubrió sus piernas. Lorenzo observó las medias de red. Tragó duro. Los hoyos estaban más grandes de lo que lucirían en el cuerpo de una mujer. Y verlo allí, con las piernas abiertas, se sintió extremadamente excitado.
Al comienzo, Lorenzo llevó la delantera. Besó las piernas de Gabo por sobre la red, él estaba a su merced y aprovecharía cada segundo. Quería arrancarle las medias con los dientes, como un animal lo haría, pero también necesitaba joderlo así, con las medias puestas, nada más para satisfacerse.
Se olvidó de que no era su noche. Gabo tomó la delantera, invirtió las posiciones.
—Si recordás, ¿verdad?
De repente, se sintió vulnerable. En la cama, él tenía el control, pero tenía que cederlo. Era su palabra. No iba a oponerse. Gabo se acomodó entre sus piernas.
—Seré cuidadoso.
Y lo fue. Extremadamente dulce, también.
Lorenzo aceptó los dedos de Gabo en su boca. Húmedos con saliva, Gabo los insertó en la entrada. Iba a hacer esta experiencia inolvidable para Lorenzo justo como él lo había hecho. Sintió el miedo de Lorenzo, el mismo que él sintió. Lorenzo se acostumbró a los dedos intrusos, y aunque dolió, luego comenzó a sentirse bien. Bajó las medias, le estorbaban.
—Oye, no. No te las quites.
Cuando fue a comprar un pantalón de emergencia para Diego, pasó por la isla de la ropa de mujer. Le pareció que algo nuevo podría sorprender a Lorenzo. Estuvo a punto de desechar la idea, pero allí, con las manos de Lorenzo apretando sus muslos, no se arrepintió.
Condujo su miembro al canal de Lorenzo. Calor sofocante lo atacó. Entendió porqué Lorenzo era tan demandante a la hora de la intimidad. El sentimiento bueno estaba a otro nivel. Con Lorenzo adentro, ya era exquisito, pero sentir el canal estrecho y obtener fricción al salir y entrar, era indescriptible. Perdió la razón por minutos, su gasolina eran los gemidos y lloriqueos de Lorenzo. Y claro, las manos ajenas en sus glúteos o caderas que lo acercaban. Maldita sea si Gabo tampoco no quería fundirse en el cuerpo de Lorenzo. Vio los ojos de Lorenzo brillar, su interior arder y cada vez que Lorenzo se mordía los labios, Gabo embestía fuerte.
Gabo se vino al besar a Lorenzo. Las piernas de Lorenzo lo apresaron, y Gabo siguió, mordiendo el cuello desnudo. Su sed de Lorenzo no quedó saciada pero ya no estaban en los veintes.
Que mal que las medias quedaron hechas jirones y no pudieron darle otro uso, pero, en definitiva, Gabo volvería a comprar otras nuevas y darles otro uso.
Gracias por leer ^°^
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Historias cortas y otras no tan cortas
FanfictionDrabbles/oneshots de diferentes parejas.