Habían dormido allí después de discusiones, de días pesados. El sofá había estado allí desde que Diego nació. Tal vez, Diego había sido concebido allí.
Pero, el sillón ya había pasado a mejor vida, hoyos podían verse por dónde se mirara y manchas de comida que se volvieron permanentes eran visibles.
Compraron uno nuevo, llegaría el día de mañana y un camión pasaría por el viejo. Lorenzo se sentó allí, recordando las memorias.
—¿No querés tirarlo? Creí que te había gustado el nuevo— Gabo se sentó, poniendo su cabeza sobre el hombro de Lorenzo.
—No es eso— Lorenzo suspiró— Hemos pasado muchas cosas aquí. Creí que voy a extrañarlo.
Gabo le agarró la mano y la besó. Esa podría ser la última memoria.
—Bueno, tenemos tiempo para despedirnos.
Gabo alzó sus cejas, y ladeó la cabeza. Lorenzo sonrió, malévolo. Recostó a Gabo en el viejo sofá. Sería un bello recuerdo.
Gracias por leer °^°
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Historias cortas y otras no tan cortas
FanfictionDrabbles/oneshots de diferentes parejas.