Zoé tachó los trajes de la lista. Ya casi todo estaba preparado. El día siguiente, debía de estar presente en la organización y preparación del evento. Isabel le permitió llevarlo a cabo, y Zoé siempre había querido realizar un evento navideño.
Bostezó, la noche anterior durmió tarde por crear una lista de canciones y terminar algunas decoraciones. Las chicas de voley le ayudaban y la mayoría de los halcones prestaban sus manos también, incluso, pudo ver a algunos de los jugadores de las Águilas. Ezequiel tocaría un par de canciones en compañía de su banda, mientras que Gabo, Ricky y Rafa le ayudarían a repartir las bolsitas de dulces entre el alumnado.
—¿Te falta algo más?— Celeste ya estaba vestida con el atuendo con el cual presentarían su acto.
—¿La cancha ya está decorada?
—Si. También los pasillos. Natalia colocó las luces. Será mejor que vos vayas y te cambies, el evento va a empezar en diez minutos.
—Ok. Voy a cambiarme y a ver si los chicos ya están listos.
—Dale, te esperamos en el escenario.
Los chicos usaron el vestuario de las Fénix para prepararse. Gabo fue el primero en terminar, por lo que arregló el cabello de Rafa. Ricky les puso las orejas puntiagudas a los dos chicos, su hermana mayor lo obligaba a ponerle pegamento a las uñas, y por esa razón, sabía manejar la sustancia.
—¿Ya están listos?— Zoé preguntó.
—¿Por qué tenemos que usar mallas? Oh, Zoé— Gabo sonrió.
—¡Gabo! Te ves muy tierno— Zoé lo observó bien, notando que de verdad parecía un elfo.
—Gracias.
—De hecho, los tres se ven muy tiernos. Rafa, vas a matar a Valentino.
—¡N-oo!— Rafa balbuceó, luego, su rostro se volvió rojo. Si, Valentino tendría un ataque de ternura solo de verlo.
—Dale, me cambio y podemos salir.
El traje de árbol le quedó a la medida. Por la mañana, Celeste le puso brillos en el cabello para simular la imagen de una estrella. Retocó el maquillaje, y ya preparada, salió en compañía de tres elfos.
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Una de las cualidades de Zoé, era la observación. Veía detalles al instante que otros ignoraban. Por eso, se imaginó la visión en la mente de Lorenzo cuando vio a Gabo. Lorenzo veía a Gabo como si él fuese el sol, lo más preciado para él. Era extraño y a la vez, la hacía sonreír, que Lorenzo fuera así con Gabo. No sabía que el capitán de los halcones tenía un lado romántico y suave
—¿Qué te pasa? Reacciona, o no te daré caramelo— Gabo se alzó de puntillas.
Lorenzo acarició la mejilla maquillada con rubor, tenía una sonrisa estúpida colgada en sus labios.
—Eres lo más bonito que he visto en mi vida.
Gabo se sonrojó, pero le sonrió. De su bolsillo obtuvo un caramelo en forma de corazón.
—Este es especialmente para vos.
—Gracias, mi elfo.
Lorenzo lo aceptó, poniéndolo entre sus manos como si en realidad fuese un corazón. El mexicano se inclinó, besó a Gabo, lento, mientras acariciaba la mejilla con el pulgar y mantuvo una mano firme en la cintura del elfo.
—Vas a arruinar mi maquillaje— Gabo dijo al momento de separarse.
Si seguía observando, Zoé comenzaría a vomitar arcoiris.
Gracias por leer ^^
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Historias cortas y otras no tan cortas
FanfictionDrabbles/oneshots de diferentes parejas.