Moría de aburrimiento. Ezequiel estudiaba frases y no le ponía atención. Él debería hacer lo mismo, sin embargo, no quería hacerlo.
—Hay que salir.
—Tengo un novio guapísimo. No, gracias— el cojín golpeó su rostro y el libro terminó en el suelo— ¡Ey! ¿Por qué la agresividad?
—Si fuese a salir con un chico, jamás sería contigo— Lorenzo alzó la ceja.
—¿Quién es Tigo?— el segundo cojín le pegó directo en el rostro, otra vez— Ya entendí. Vos querés a Gabo.
—Pero él no.
—Nunca le dijiste, ¿cómo lo sabes?
—A ver, inteligencia suprema, tiene novia. Le gustó desde que entró al IAD.
Ezequiel rodó los ojos.
—Bueno, aún tenés la posibilidad. Al menos de decirle.
—No, ¿Para qué? Prefiero que nuestra amistad siga intacta.
—Para que dejes de estar así. Puedes olvidarlo, hay una posibilidad de que eso pase, de qué te enamores de alguien más, pero si eso no pasa, ¿vas a cargar siempre con tus sentimientos ocultos?
Lo que dijo Ezequiel lo puso a pensar. Si nada pasaba, no le importaba en realidad, pero decirle, sacarlo de su sistema, ya no sonaba a una desgracia.
—Tal vez lo haga, en el mundial.
—¿En serio?
—Podría ser.
Ezequiel acomodó el libro en una esquina de la cama.
—Solo por eso, porque estás reuniendo el valor, yo invito el gelato.
Gracias por leer.
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Historias cortas y otras no tan cortas
FanfictionDrabbles/oneshots de diferentes parejas.