156. PUENTE [Lorenzo/Gabo]

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Joder, yo dije que ya no iba a escribir y de hecho no había escrito nada, peeero, ví Pacific Rim y Chuck y Raleigh (en mi corazón Chuck sigue vivo :'c) son tan Garenzo que simplemente tenía que escribir algo.

La palabra amor era bonita en cualquier idioma. Y aunque a veces era usada sin responsabilidad, sin compromiso, con intenciones desconocidas, Valentino sabía que eso era lo que Lorenzo sentía por su copiloto. No necesitaba crear un puente al estar en el emblemático Jaeger "Halcón Dorado" para saberlo y confirmarlo, sin embargo, existía una enorme diferencia entre saberlo y sentirlo, y de alguna manera, verlo.

Hasta cierto punto, parecía imposible, pero a la misma vez, así era como muchos esperaban que la situación se desenvolviera, Valentino incluído. Ante la llegada de Gabo, Lorenzo se comportó como si fuese una amenaza y no una gran ayuda. Sus peleas eran recordadas con incredulidad, pero ya habían quedado en el pasado. Había una escasez de pilotos debido al aumento de kaijus, y los jaegers estaban pagando el precio. "Rider from hell", el Jaeger que Valentino pilotaba junto a Ezequiel, estaba en mantenimiento, mientras que Ezequiel estaba en cama, reposando la pierna rota y las otras heridas que no eran graves. Valentino había salido casi ileso, a excepción de rasguños y uno que otro moretón, ya que todo el daño lo recibió el lado derecho, pero no podían pilotar hasta que Ezequiel estuviese sano de cabo a rabo, y hasta  que "Rider from hell" estuviese reparado y actualizado, y en el caso de Halcón Dorado, Gabo también estaba fuera de combate debido a una lesión, pero la lesión en su brazo tardaría días en sanar, y los kaijus no tomaban vacaciones. Lorenzo se despidió de Gabo, estuvieron abrazados por varios minutos, también hablaron en susurros. Estaban en su propio mundo, y Valentino estaba a segundos de ingresar en una parte de dicho ambiente.

—¿Preparado?— Lorenzo preguntó.

—Siempre.

Para el mexicano, seguía siendo una odisea pelear contra alienígenas, el efecto era el mismo y sus pupilas dilatadas lo confirmaban. Los técnicos se retiraron luego de ajustar los trajes. El kaiju estaba lejos de la barrera anti-kaiju, pero ellos ya debían de estar en el agua. No podían permitirse el desperdiciar el tiempo, no importaba si era un kaiju de categoría I o de categoría V.

No era la primera vez que formaba un puente con Lorenzo, pero sí después de la poderosa unión entre Gabo y él. Estaba acostumbrado a su propio Jaeger, a la dinámica que había compartido con Ezequiel durante años, sin embargo, la mecánica era la misma. El puente neuronal dió comienzo. Todo lo acontecido lo tomó por sorpresa, y pudo escuchar a Lorenzo decir: No sigas al conejo. Era extraño que Lorenzo solo mostrara esa actitud engreída y soberbia por la que muchos lo conocían, y que en su interior existiera toda una religión con relación a cierto piloto. Y a pesar de que lo sabía, de que conocía a Lorenzo, nunca imaginó que el interior de su amigo cambiaría así. Los sentimientos eran avasalladores. Era todo un conjunto de memorias llenas de pasión, de cariño, de pertenencia, e incluso de respeto y admiración. ¿Cómo era posible que Lorenzo y Gabo hicieran un excelente trabajo cuando sus pensamientos arrasaban con la razón con la fuerza de un kaiju de categoría V?

Ver a Gabo desde la perspectiva del piloto, de sentir lo que Lorenzo guardaba en su interior solo para Gabo, fue una experiencia grata, y por supuesto, estaba agradecido por la muestra de confianza que tanto Lorenzo como Gabo le dieron.

—Deja de estar de metiche. A trabajar. Ese puto kaiju no se va a detener solo.

—¿Qué? ¿Estás celoso?— Valentino regresó a la realidad, aunque las memorias de Lorenzo seguían tan presentes como las suyas propias en él.

—Claro que si, pendejo. Solo yo puedo ver a Gabo así.

Por mucho que Lorenzo intentara ocultar sus memorias, era imposible. Valentino sonrió.

—Ahora ya entiendo porque te niegas a crear un puente con Ezequiel.

—No hay que ser un jodido genio como Martín para entenderlo.

Valentino sonrió y rodó los ojos. Lorenzo no había cambiado, simplemente acopló su vida a la de Gabo. 

*Gracias por leer ^^<, al final no pude dejar el fandom joder grr

Historias cortas y otras no tan cortasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora