El bocado cayó de su boca. Gabo hizo un gesto de disgusto. Ricky pagó la deuda y se vistió con el uniforme de las chicas de voley. Algunos se rieron, otros tomaron fotos, pero Dedé estaba embelesado, viendo a su novio.
Dedé era un adolescente común y corriente, con necesidades normales, aunque su apetito equivalía al de diez chicos, era como cualquier otro. Así que, ver a Ricky vestido de esa manera, despertó algo en él, una fantasía que no sabía que tenía. Dedé se jactaba de conocer a Ricky, habían pasado muchísimas cosas juntos y por ese motivo, tenían una relación. Ricky nunca se lo había dicho, pero Dedé sabía interpretar su inseguridad. Estaba más que claro que Ricky no era gordo, sin embargo, le faltaba definición a su cuerpo, tal vez pasada la pubertad, Ricky ya no tendría que esforzarse demasiado para mantenerse en forma. Aunque, la determinación del mexicano era una de las cosas que Dedé gustaba.
Si Ricky pudiera verse como Dedé lo veía, podría ver lo atractivo que era. Sus hombros eran anchos, y la blusa sufriría un cambio de tamaño cuando se la quitara al igual que el short. Ricky se puso un short blanco debajo, ya que, el del uniforme era demasiado corto, pero sus piernas eran visibles. Esas piernas sensuales que lo apretaban cuando…
—Oye, Gabo, no vayas a nuestra habitación en medía hora, no, en una hora— Dedé le pidió. Agarró a Ricky y lo llevó a rastras, no le importó si sus compañeros se quejaron porque ya no podían tomarle fotos.
Gabo alzó la ceja. Apenas le iba a pedir una explicación cuando entendió el contexto de la petición y se estremeció. Les daría más de una hora.
*Gracias por leer (◠ᴥ◕ʋ)
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Historias cortas y otras no tan cortas
FanfictionDrabbles/oneshots de diferentes parejas.