7. Visita al Acuario.

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Había pasado una semana. Y en esa semana habían pasado 3 cosas. La primera: Erin había vuelto, ya parecía haberse recuperado del todo. Segundo: Cada día que pasaba, me llevaba mejor y me reía más con Ian y Axel. Y tercero: Las cosas habían cambiado y ahora era Eric el que me evitaba a mi, según Erin porque "Su orgullo era más grande que cualquier cosa que pudiera sentir" aunque también dijo algo así como: "Ya era hora de que le rechazaran a el para que viera lo que se siente".

En esos días las cosas fueron de forma normal, sin escapadas ni confesiones extrañas, sólo trabajo y trabajo.

Pero aunque no pasaran cosas nada fuera de lo común, lo cierto era que me lo pasaba demasiado bien trabajando en HOPEFULLY, porque al fin y al cabo, por aburridas que sean las cosas, lo importante son las personas con las que estás y allí nos llevábamos todos bien y nos reíamos mucho.

—Ya tengo un plan para este fin de semana. —Erin apareció por las escaleras de la tercera planta, mientras yo ordenaba la ropa.

—Bien, ¿Dónde vamos? —Estaba emocionada, si todas nuestras salidas eran como la fiesta de pijamas, íbamos a pasarlo demasiado bien este verano.

Erin me habló el día anterior de lo aburrida que había pasado el fin de semana pasado, sentía que echaba de menos el anterior de la fiesta de pijamas, pero tampoco quería volver a emborracharse de esa forma y volver a pasar dos días en la cama, así que estuvo pensando planes más tranquilos.

—¿Y si vamos al acuario? Es enorme, precioso y podemos hacer fotos increíbles. Me muero por volver a ver a los tiburones nadando por encima de nuestras cabezas. —La emoción era notable en su voz y no la culpaba, el Acuario de Georgia es impresionante.

—A mi me parece genial. ¿Has hablado ya con los demás?

—Sí, y además mi padre dice que mañana puede conseguirnos las entradas. Aunque Eric no quiere ir, dice que prefiere quedarse en casa viendo películas con Leia el fin de semana.

Leia...

¿No decía que había pasado de esa chica?

¿A caso me había mentido?

¿Pero por qué?

—¿Leia no es la hija de la dueña de La Bohème? —Me hice un poco la tonta para ver si Erin me ayudaba a aclarar mis dudas, tal vez no fuera la misma chica, aunque lo dudaba, sería demasiada casualidad que fuera otra.

—Sí, parece que de repente le gusta... otra vez. —Erin rodó los ojos. —No quiero imaginar como puede acabar eso. Ya la dejó una vez y la chica le mandó a la mierda, no entiendo como a podido volver a caer en sus tonterías, es obvio que sólo juega con ella.

Eric parecía que sabía bien como enredar a las chicas...

Bueno, a casi todas.

—A lo mejor sólo son amigos.

¿Y si sólo era eso y lo estábamos juzgando injustamente?

No quería creer que hacía una semana estuviera dudando de si me gustaba o no una persona que juega así con los sentimientos de la gente porque, ¿Y si sólo quería hacer lo mismo conmigo y luego dejarme tirada? Y más bien como venganza por no haberle seguido el juego cuando le gustaba de pequeña. Eso tenía sentido en mi cabeza.

—No, creo que están saliendo, aunque me parece extraño, porque la última vez que estuvieron tonteando la chica quería algo más serio con mi hermano y fue el quien no quiso. Estoy segura de que está con ella para no pensar en ti o algo así.

Eso parecía contradictorio con lo que el mismo me había dicho la otra vez, eso de que cuando estaba con ella se acordaba de mi, pero decidí dejar ese tema aparcado. Si el no quería ir al acuario con nosotros el fin de semana, era un problema menos para mi estabilidad emocional.

HOPEFULLY  [COMPLETA Y EDITADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora