59. Planes Malvados.

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NELLY.

—¡NELLYYYYYYYYYYYY! —los gritos de mi madre, me despertaron de la horrible pesadilla que estaba teniendo, para dar paso a un fuerte dolor de cabeza. —¿Sabes que hora es? ¡Vas a llegar tarde a HOPEFULLY! 

Ni sus alto gritos, ni si quiera el sonido del despertador, consiguieron que abriera los ojos.

—¿Qué hora es? —murmuré tan bajo, que incluso a mi me costó escuchar mi voz.

—¡La hora de levantarte! ¿Se puede saber que te ha pasado esta mañana? —mi madre agarró mi móvil y me lo lanzó a un lado de la cama. —¡Apaga de una vez esa cosa! ¡Me está poniendo de los nervios! —suspiró muy enfadada y salió de mi habitación.

¿Qué me había pasado?

Ah, sí.

La noche pasada estuve por ahí con Erin, Eric, Axel y Liam.

Estuvimos en un bar, donde estuvimos bebiendo hasta las tantas de la noche.

A eso se debía mi dolor de cabeza...

Eso era lo único que recordaba de la noche pasada.

Nada más, pero tampoco nada menos.

Cuando me vestí y arregle para bajar a desayunar, pasé por la habitación de Sammy.

Fue entonces cuando recordé que la muy desgraciada no estaría esperándome abajo para desayunar. 

"Espera un momento, ¿Acabo de llamarla desgraciada?"

¡Más bien la desgraciada soy yo! 

Que tengo que ir a trabajar con menudo dolor de cabeza, mientras ella está haciendo por mi, el viaje de mis sueños.

"Me preguntó como les estará yendo a esos dos por allí".

Mamá se fue a trabajar cuando yo me senté a desayunar. Y papá estaba terminándose su taza de café, para irse también.

Así que mientras yo me bebía mi Nesquick y comía mis croasanes de chocolate, revisé mi móvil para ver si mi hermana me había escrito algo sobre su viaje.

Fotos, fotos y más fotos, fueron lo que encontré llenando el chat.

Sammy había petado nuestro chat de Whatsapp con fotos que habían hecho haciendo turismo por Roma.

En las fotos podía verse ella posando delante de la Fontana di Trevi, haciéndose selfies con Ian con la Torre de Pisa de fondo, fotos de todos los ángulos del Coliseo Romano...

Luego mil fotos más posando en la Fontana di Trevi, el Coliseo por dentro, ellos comiendo en un restaurante muy fino, fotos preciosas hechas desde lo alto del Monte Palatino, Sammy haciéndole fotos a Ian en las escalinatas de la Plaza de España...

En fin, me había mandado todo el carrete de fotos de ese día.

Y yo solo podía preguntarme como les había dado tiempo a estar en tantos sitios y hacer tantas cosas.

"Ah, claro: La diferencia horaria".

Yo acababa de despertarme y me iba a trabajar, mientras ellos ya habían pasado incluso la hora de comer.

¡Qué ilusión y que envidia os tengo! —le escribí como respuesta a las mil fotos.

Ella no tardó en contestar. 

Para tu cumpleaños, convenceré a papá de que te regale a ti otro viaje como este. 

¡Aún falta mucho para mi cumpleaños! —le mandé un emoticono que rodaba los ojos.

HOPEFULLY  [COMPLETA Y EDITADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora