—Menos mal que ya ha terminado todo. —Suspiré al ponerme el cinturón de seguridad y eché la cabeza hacía atrás en el respaldo del asiento.
—Sí. —Se rió Ian. —A sido una noche... —Buscó que palabra podía corresponderle. —¿Intensa? —Me miró y volvió a reírse. —Pero la verdad es que lo esperaba peor. No nos han sonsacado nada, que al final creo que era lo que más nos preocupaba.
—Sí, menos mal. Pero me siento como una mentirosa patológica.
Aunque los mentirosos patológicos mienten sin ninguna necesidad, ni beneficio alguno, simplemente porque sí. Y aunque no era el caso, me sentía mal por mentir tanto a mi familia.
—Uy, si vas a empezar a usar términos psicológicos, estoy perdido. —Volvió a reírse y puso el coche en marcha.
—Oye. —Le miré, pero el ya estaba concentrado en el coche. —¿Puedo hacerte una pregunta?
—Puede hacerme las preguntas que quiera, Su Señoría. —Salió del aparcamiento y empezó a conducir en dirección a mi casa.
Me sentí estúpida al querer preguntarle eso, por eso me reí antes de preguntar.
—¿Qué pasa? —Preguntó el antes, riéndose al verme.
—¿Te ha gustado Astrid?
Sí, definitivamente, en cuanto hice la pregunta, sentí lo estúpida que era.
Es cierto que los amigos suelen preguntarse y ayudarse en temas románticos. Pero en este caso, aunque Astrid le hubiera gustado a Ian, ni aunque acabara nuestra farsa podría intentar ayudarle a conseguir algo con ella por motivos obvios. A ella le gustaban las chicas.
Igualmente, una parte de mi pensaba que no se lo preguntaba por eso precisamente.
—¿Qué? ¿Por qué lo preguntas?
"Eso me gustaría saber a mi también". —Pensé. —"¿Por qué lo preguntas, Sam?"
—Por curiosidad.
¿Curiosidad?
—¿Y por qué te ha dado de repente esa "curiosidad"? —Hizo comillas con una de sus manos.
—A ver Ian, no estoy ciega. He visto como la has mirado. A cualquiera le habría dado "curiosidad" —Le imité, haciendo también comillas en la misma palabra.
—Sí, la he mirado como lo habría hecho cualquiera, porque es muy... —Iba a decir algo, pero se cayó de repente. Yo lo miré confundida, esperando que acabara. —¿Ha dicho que le gustan las chicas no? —Cambió de tema. —Y no se si lo recuerdas, pero estoy comprometido falsamente con una chica que...
Al parecer no quería aceptar que Astrid le había gustado aunque fuera un poquito, así que le corté para dejar de darle vueltas al tema.
—Sí, vale, lo pillo, lo pillo. —Me reí. Pero después me di cuenta de que tenía curiosidad por saber como acabaría la frase. —¿Que era la que ibas a decir? —Le pregunté.
¿Comprometido falsamente con una chica que...?
—Nada, no te rayes por eso, es una tontería.
—No creo que sea una tontería, si lo fuera, no te estaría preguntando.
—Bueno. —El rodó los ojos y aprovechó que tuvo que parar en un semáforo para mirarme. —Iba a decir que sí, que Astrid es muy guapa. Pero eso no significa que me haya gustado.
Vale, nos estábamos entendiendo mal.
—No, no me refería a eso. —El me miró dándome a entender que me explicara. —Me refería a como ibas a acabar la frase.
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HOPEFULLY [COMPLETA Y EDITADA] ✓
RomanceSamantha Watson siempre tuvo muy claro lo que quería. Estudiar psicología en la Universidad de Atlanta, tener a sus amigos de siempre y mantener su vida tranquila. ¿Pero, que pasará, cuando toda esa tranquilidad desaparezca? Antes de comenzar su pr...