44. La Hermana.

232 33 6
                                    

—¿La Hermana? —Preguntamos Liam y yo a la vez, mirando a través del cristal delantero el gran cartel sobre la puerta con ese nombre, que indicaba que aquel lugar no llevaba demasiado tiempo allí.

Eric entró con el coche dentro del recinto y desde dentro pudimos ver que era un lugar bastante amplio y que además estaba formado por 3 edificios.

—¡Claro! ¡Ahora caigo! —dijo Axel, más emocionado de lo que lo estaba segundos atrás. —¡Yo ya había oído hablar antes de este lugar!

—¿Dónde se supone que estamos? —pregunté yo con el ceño fruncido.

—Ahora veréis. —Eric contestó y se dirigió a aparcar el coche al fondo del lugar, donde se encontraban unos aparcamientos. Y si no lo eran, bueno, había más coches allí aparcados.

Al salir del coche pudimos notar que la noche estaba al caer y allí había luces encendidas desde los tres edificios. Desde allí vimos que uno de ellos, era la entrada a un restaurante, con su terraza fuera incluida.

—Chicos, este lugar se abrió hace no mucho. —Erin nos empezó a explicar. —Pero os aseguro que este sitio va a ser el lugar más concurrido para fiestas y eventos el verano que viene. El restaurante no es solo un restaurante, también es un hostal y los otros dos edificios son una heladería y una tienda de batidos. ¿Y veis esas rejas de ahí? —Señaló a una parte con rejas que se encontraba al lado del lugar en el que ponía "Batidería La Hermana" y todos asentimos. —Pues ahí detrás, hay una piscina.

—¿Y por qué se llama así? —No pude evitar preguntar, el nombre me estuvo llamando la atención desde que Erin lo dijo al llegar.

Esta vez contestó Eric. —Porque al parecer los dueños son dos hermanos, pero la idea original fue de su hermana y lo llamaron así en su honor.

—Eso es un dato interesante. —Axel comentó de forma irónica.

—No se si tanto, pero eso me da igual ahora. No he conducido cerca de una hora aguantando quejas para quedarme aquí a seguir aguantándoos. 

No sé si era solo cosa mía, del mal tiempo que estaba haciendo o Eric estaba de mal humor.

Pero aún así, cuando se dirigió al restaurante, Erin, Axel, Liam y yo le seguimos y nos acabamos sentando allí dentro. 

Antes de entrar, pude notar que en la parte de fuera había una chimenea encendida y a su lado una pareja sentada en una mesa con un perrito precioso y muy peludo.

—¿Qué van a tomar? —Nos preguntó una chica.

—¿Hay tartas? —preguntó Liam y la chica nos pasó una carta con los diferentes tipos de tartas y pasteles que allí había.

—Pues una tarta de queso por favor.

Erin y yo pedimos de chocolate, Axel no quiso nada más de una coca-cola y Eric pidió un plato de filete de ternera con ensalada.

—¿Se podría decir que vamos a merendar tarde o que tú vas a cenar temprano? —le pregunté a Eric riendo.

—Que vosotros vais a merendar tarde. Ya es de noche, por lo tanto para mi ya es hora de comer algo consistente.

La chica apareció con los tres platos de tartas y los dejó sobre la mesa antes de hablar.

—Hay habitaciones en la parte de arriba. Lo digo por si estáis de paso y no tenéis ganas de seguir el camino de ida o vuelta. Las habitaciones son de dos camas y tienen terraza, es muy barato y está todo incluido. 

—Muchas gracias. —Erin le sonrió a la chica. —Pero no estamos de paso, hemos venido a pasar un rato aquí. Es solo que lo hemos planeado sobre la marcha y se nos ha echado el tiempo encima.

HOPEFULLY  [COMPLETA Y EDITADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora