19. La Cena.

257 49 9
                                    

En el momento en el que escuché las palabras de Ian y Erin, se me cortó la respiración. Me sentí tan mal de que ellos se hubieran molestado en organizar todo aquello por mi, aún sabiendo que estaba el riesgo de que les pillaran.

Si realmente era Nolan la persona que estaba aporreando la puerta sin cesar, Erin tenía razón, estábamos muertos. 

—Vale, voy a salir. Si de verdad es mi padre queriendo meter la furgoneta, le diré que le he cogido las llaves para venir a recoger una cosas. Que ya meto yo la furgoneta para que el pueda irse ya en su coche y que no se preocupe, que dentro de un rato iré yo.

—¿Y si le da por entrar y lo ve todo así? —Preguntó Nelly.

—Eso no va a pasar, confiad en mi. —Ian se levantó del sitio en el que estaba sentado para acercarse lentamente a la puerta. Al abrirla, un hombre alto y corpulento se dejó ver de reojo delante de el. 

Todos suspiramos aliviados al ver que no era Nolan.

Ninguno de los que allí estábamos, le quitamos la vista de encima. Primero vimos al hombre que parecía alterado preguntar algo. Luego Ian salió para darle unas indicaciones  y acto seguido, aquel hombre se fue, dándole las gracias.

—¿Qué acaba de pasar? ¡Casi me muero del susto! —Exclamó Erin.

—Sólo era un pobre hombre desesperado porque se le ha puesto mala su hija y no encontraba ninguna farmacia por la zona. —Nos explicó Ian. —Creo que ha dicho que acaban de mudarse, así que estaba perdido.

Nelly arqueó una ceja. —Pero si esto no es una farmacia, ¿Por qué le estaba dando así a la puerta? ¿Acaso quería hacerse pasar por un ladrón o un asesino en serie y matarnos de un infarto?

—Al parecer sólo quería información, al ver las luces encendidas se a parado aquí directamente a preguntar. Le he dicho que la farmacia está justo calle abajo, al lado de la cafetería de La Bohéme y simplemente se ha marchado corriendo.

Yo suspiré de nuevo, aliviada. Podría haber sido peor. 

Pero no tenía muy claro cual era el concepto de "peor" en aquel momento. Si el ladrón o asesino en serie que creía Nelly que podría haber sido, o que Nick y Nolan hubieran llegado para encontrarse todo aquello.

—Creo que después de este susto no necesitamos ninguno más. —Erin se levantó. —¿Qué os parece si vamos recogiendo? 

—Eso estaría bien, fuera ya es de noche y no me extrañaría que mi padre apareciera de verdad en algún momento. 

Estuvimos un rato recogiéndolo todo, tirando los desperdicios en bolsas de basura y metiendo las sobras de comida en tápers que habían traído Erin y Axel. Al acabar, revisamos la tienda entera para ver que no quedara nada por medio como prueba que pudiera hacer sospechar a Nick y Nolan la semana siguiente. 

—Chicos, debería irme ya. Seguro que mis padres me están esperando para cerrar. —Nos avisó Leia.

—Sí, no te preocupes. —Le dijo Erin, sonriendo. —Muchas gracias por haber venido y por habernos ayudado a organizar y recogerlo todo. 

—No a sido nada. Gracias a vosotros por contar conmigo. —Sonrió y se despidió de todos antes de irse.

—Todo a quedado resplandeciente. —Dijo Axel, satisfecho. —Si nuestros padres llegan a dudar de que alguien haya pasado por aquí, no será por otra cosa que porque está todo más limpio de lo normal. 

—Confirmo. —Añadió Ian.

De repente las luces se apagaron, dejándonos completamente a oscuras. La única luz que podía distinguirse, era la de la calle que entraba a través de los cristales de la puerta.

HOPEFULLY  [COMPLETA Y EDITADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora