HOPEFULLY [COMPLETA Y EDITADA] ✓

48. ¿Deberíamos volver?

IAN.

Mi reflejo en el espejo, era algo parecido a un mal cuadro todas las mañanas, pero esa precisamente, era terrorífico.

Aún llevaba conmigo una punzada de dolor en la cabeza, que me acompañaba desde que probé el porro de Erin el día anterior. Pensaba que al dormir se me pasaría, pero visto que no fue así, decidí echarme agua en la cara y esperar a que pasara con las horas del día.

Me pasé una toalla para secarme la cara y cuando salí del baño, vi a Sammy levantarse de forma brusca de la cama.

—¿Sammy? —la llamé de forma suave y me acerqué a ella para sentarme a su lado—. ¿Estás bien? —pregunté, acariciando cuidadosamente su espalda.

—Joder... —murmuró ella, mirando a ambos lados de la habitación. Era como si estuviera... ¿Desorientada?—. Ha sido solo un sueño... —susurró, frotándose los ojos con sus manos.

Yo la miré, extrañado. 

—¿Al final has acabado teniendo pesadillas?

—No sabría si llamarlo así... —Hizo una pausa y arrugó las cejas—. Pero ha sido muy real... —susurró, antes de echarse de nuevo de espaldas en la cama.

—¿Y qué es eso que has soñado, que ha sido tan real? —pregunté, con curiosidad y me tumbé a su lado. Ella suspiró y giró la cabeza para mirarme. 

—No sé si te lo vas a creer... Pero he soñado que estábamos en un avión. No sé ni si quiera a dónde íbamos, pero el avión se estrellaba y tú y yo sobrevivíamos y acabábamos en una isla desierta... Tipo «El Náufrago» o cualquier película así... 

—«La laguna azul», por ejemplo. Solo que ahí, iban en barco y no en avión. —Sammy ladeó la cabeza, pensativa— ¿No la has visto? —pregunté y ella negó—. Creo que vamos a tener que hacer maratón de pelis un día de estos, Sammy. 

—Sí, puede ser. 

—Pero cuéntame más. ¿Que es lo que te ha hecho despertarte de esa forma?

—Lo real que ha sido todo... Creo que hasta me da un poco de miedo.

Yo me quedé mirándola, pensativo y susurré:

—Espero que no sea un sueño premonitorio.

Y lo esperaba de verdad... Sammy me había comentado que había tenido algunos sueños que después acababan pasando, pero que normalmente eran tonterías sin sentido.

—Ya, yo tampoco —dijo, dirigiendo su vista al techo.

—Lo bueno, es que no estás muy asustada. Yo me habría despertado gritando, si llego a soñar algo así.

—Eso es lo que me extraña... —murmuró, pensativa, como si aún le estuviera dando vueltas al sueño en su cabeza—. Que a pesar de lo jodido que sería que pasara algo así, yo en ningún momento del sueño he sentido miedo o angustia, porque, a pesar de todo lo malo de la situación, yo... Estaba contigo —confesó finalmente, mirándome de nuevo.

Creo que sentí como mi corazón se paraba durante algunos segundos. Y no solo fue por esa confesión suya, también fue el contacto visual tan directo, que tuvimos, que me hizo quedarme sin palabras.

Pero tampoco me hizo falta decir nada, porque Sammy se giró sobre la cama, sin apartar su mirada de mí y continuó hablando.

—Ian, yo estaba convencida de que estando contigo todo estaría bien, que yo estaría bien y que juntos encontraríamos una forma de sobrevivir o incluso volver a Atlanta. —Ella se rió y yo también.