24. Un pequeño cambio de planes.

39 12 0
                                    

Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Y su mirada, aún puesta sobre mi, no ayudaba.

¿Era eso lo que querías escuchar, Sam?

Suspiré.

—Supongo que no siempre conseguimos lo que queremos —dije finalmente.

—Lo sé, ya me he acostumbrado. —Señaló la tienda con el dedo, un tanto nervioso—. Voy a hablar con Erin. —Eric salió del mostrador y medio cojeando, se adentró en la gran tienda, en busca de su hermana.

Al final, tal y como él había dicho, Erin no tuvo problema en que Eric viniera con nosotras.

—Por favor, decidme que no vamos a estar mucho tiempo mirando en las tiendas —suplico Eric, una vez que nos encontrábamos en el centro comercial.

Erin soltó una carcajada.

—Eso depende de tu capacidad para escoger buenos regalos para chicos —contestó Erin.

—Si te soy sincero, yo solo quería venir porque he pensado que después podemos aprovechar para ir al cine que hay en este mismo centro comercial. Sabes que en realidad se me da fatal escoger regalos.

—¡A mí me parece buena idea! —Nelly habló, emocionada con la idea del cine.

—Se acaba de estrenar una nueva película romántica que se muere por ver —aclaré, riendo y Nelly rodó los ojos. 

—Sí, pero esa voy a verla con Chase.

—De acuerdo, si es lo que queréis, iremos al cine. —Erin aceptó—. Pero primero ¡hay un regalo que encontrar!

«¿Te vienes al cine después?» —Le escribí a Ian.

Al leer su respuesta, no pude evitar reír. 

«¿Ya me echas de menos?»

«Puede que un poco»  —respondí.

«De acuerdo». —Ian añadió un emoji guiñando y luego dijo—«¿A qué hora es el cine?»

«Ya te avisaré, primero tenemos que encontrar una cosa».—Escribí finalmente, antes de volver a guardar mi teléfono.

Una hora pasó desde que llegamos al centro comercial hasta que Erin compró los regalos para James. Había comprado unas cuantas cosas y por desgracia para Eric, él ni si quiera había servido de ayuda a la hora de escoger. Erin se dejó guiar por una conversación que tuvo con James una de las dos veces que se habían visto, sobre lo fan que eran ambos de Star Wars. Erin aprovechó esto para comprarle una camiseta de Star Wars y un bowl para palomitas junto un vaso, ambos de R2-D2.

—Esto sí que ha sido una buena inversión. 

—¿Sabes que es lo mejor? —comentó Nelly, agarrándola del brazo—. Que cuando abra el regalo, le podrás decir: «¿estás preparado para ver conmigo todas las películas de Star Wars, cariño?»— Las tres nos reímos y Erin dijo que si le daba los regalos a solas, probaría a decírselo, de otra forma, se moriría de vergüenza.

—No sé para que he venido realmente —dijo Eric, indignado—. Sabía que era malo escogiendo regalos, pero no sabía que pudiera ser tan poco útil.

—Al menos estamos de acuerdo en algo —dijo Erin—. ¡Solo imagina con que cara se quedaría James al ver unas cuchillas de afeitar nada más abrir el regalo! —exclamó ella y todos reímos.

—Por no hablar de las chanclas en forma de traje de gala. —Nelly empezó a reírse a carcajadas, provocando que varias personas de alrededor, se nos quedaran mirando.

HOPEFULLY  [COMPLETA Y EDITADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora