42. Planes secretos.

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Lunes por la mañana.

HOPEFULLY a la hora de desayunar, era un lugar bastante tranquilo, por eso, Ian y yo decidimos aclarar nuestras mentes un poco respecto al viaje que teníamos que organizar. Y para eso, primero teníamos que ponernos de acuerdo con el punto más importante: a donde iríamos.

—¿Qué te parece Irlanda?

—Irlanda... —musité, pensativa—. Me parece muy interesante y un sitio precioso —dije, e Ian sonrió victorioso, le debió parecer que ya habíamos encontrado el sitio para nuestro viaje—. Pero estuve allí hace como cinco años, en un viaje del instituto —terminé de decir, haciendo que él rodara los ojos.

Habíamos llegado al acuerdo de ir a un lugar en el que ninguno de los dos hubiera estado antes, para que así, ambos pudiéramos conocer juntos un país en el que nunca antes habíamos estado.

—¿Y que tal Inglaterra?

—Hace mucho frío y siempre está lloviendo. Y yo soy muy friolera —Suspiré—. ¿Qué tal Alemania?

—Yo estuve en Alemania hace un par de años. Y también de pequeño. Mi padre tiene familia allí.

—¿Y qué me dices de los Países Bajos? Amsterdam siempre me ha llamado la atención.

—Me gusta... —susurró, pensativo.

—Entonces queda anotado como posible destino. 

Tenía una libreta en mis manos con muchísimos países anotados, donde iba tachando los descartados y dejando los posibles con un tic al lado.

—¿Por qué no os vais a París y dejáis de joder? —Eric apareció a nuestro lado en la escalera donde nos encontrábamos. Iba con Erin y ella le dio una mirada de enfado—. Lleváis toda la mañana con esto del viaje.

—Déjalos, pesado. —Nos defendió Erin—. Se tienen que organizar. El viaje está a la vuelta de la esquina. 

Ian le dio la razón a su prima y ella le chocó los cinco.

—Además, ¡París es demasiado cliché! —comenté, negando con la cabeza y tachándolo de la lista.

—¿Y Rumanía? —preguntó Eric—. Rumanía me parece increíble porque allí está el castillo del supuesto Drácula. —Eso último, lo dijo con voz un tanto tenebrosa.

—No —contesté cortante y lo taché de la lista de inmediato.

En el poco tiempo que Berny y yo estuvimos juntos, hablamos de ir alguna vez a Rumanía, precisamente justo al castillo de Drácula. A mí me entusiasmaba el terror y las cosas siniestras y tenebrosas, pero a él, todo lo contrario. Por eso mismo planeamos aquel viaje: para «combatir sus miedos» o al menos a intentarlo.

Y no quería ir con Ian a un lugar que había planeado con Berny hacía unos años. Con él solo quería experiencias nuevas, pasar las paginas y vivir creando nuestra propia historia.

—Ese «no» ha sido tan rotundo, que hasta me da miedo preguntar —dijo Ian, pero yo ni si quiera contesté.

Nelly apareció detrás de mí, haciéndome dar un bote de sorpresa.

—Cuando estéis paseando por las calles de Venecia, espero que me imaginéis a mí allí algún día, paseando cogida de la mano con Chase. —Su voz al decir eso, me dio escalofríos. Parecía como de cuento de hadas.

—¿Y por qué Venecia? Nunca has dicho que quieras ir a Italia.

—También quiero ir a Turquía y tampoco lo he dicho nunca —mencionó, haciéndome reír.

HOPEFULLY  [COMPLETA Y EDITADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora