El sonido de la puerta de mi habitación abriéndose, seguido de un suave bostezo, me despertó de lo que creía había sido un profundo sueño.
Al abrir mis ojos, vi a Erin de pie entrando por la puerta. Seguramente venía del baño.
Me froté los ojos y cuando ella notó que estaba despierta pregunté susurrando. —¿Qué hora es? —Seguidamente, acabé bostezando también cubriéndome la boca con una mano.
—Temprano. Son las 7:00 de la mañana. —Erin dirigió su mirada hacía Nelly que seguía durmiendo. —¿Estás segura de que está bien?
Busqué a mi hermana entre la poca luz que iluminaba la habitación a esas horas de la mañana.
—Está bien, créeme. —Nelly dormía de formas extrañas, algunas veces incluso parecía no estar viva, pero te dabas cuenta de que lo estaba al notar su pecho subir y bajar tranquilamente por su respiración, o se la escuchaba hablar sola entre sueños. Volví a dirigir la mirada hacía Erin. —¿La has escuchado hablar esta noche?
La cara de Erin fue de sorpresa. —¿Habla dormida? No he escuchado nada, creo que he dormido muy profundamente hasta que me han dado ganas de hacer pis.
—Sí yo también he dormido así, o al menos eso creo. Pero visto la hora que es, creo que deberíamos empezar a prepararnos para ir a trabajar.
—Hablando de eso. Hoy tenía pensado cambiar de color. ¿El rosa me sentará bien? —Erin hizo una pose graciosa que me hizo soltar una pequeña risa.
Yo asentí. —Seguro que si. Y si no, allí hay sudaderas de todos colores, literalmente. ¿No? Tienes de sobra para elegir.
—¡Exacto! Por cierto. —Volvió a dirigir su vista hacia Nelly, que seguía en el mundo de sus sueños. —¿No deberíamos despertarla ya?
—No te preocupes por eso, su alarma de las 7:05 debe estar a punto de sonar. —Advertí.
—¿Porque la pone a las 7:05? ¿Para dormir 5 minutos más? —Erin se rió y yo volví a asentir. En vez de levantarse a las 7 y dormir 5 minutos más con el riesgo de quedarse dormida de nuevo, Nelly ponía la alarma directamente a esa hora para aprovechar mejor sus últimos 5 minutos de sueño.
Me puse de pie en dirección al baño. Ya era hora de empezar a prepararme para empezar de nuevo la semana.
Una vez estábamos las tres preparadas, vestidas y acabamos de desayunar, nos pusimos en marcha hasta llegar a HOPEFULLY. La tienda no estaba tan lejos de casa, así que podíamos ir andando perfectamente.
Al llegar nos encontramos con Ian y Axel llegando en coche. Pero no había rastro de Eric a pesar de que supuestamente habían dormido los tres en la misma casa.
—¡Hey! ¿Esas que veo viniendo por ahí son mis tres chicas favoritas? —Ian deslizó las gafas de sol que llevaba puestas para vernos mejor.
—Las mismísimas. Las chicas más fiesteras de toda Atlanta al parecer. —Le respondió Axel riéndose.
—Y esos son mi primo y mi hermano favoritos. —Erin sonrió. —¿Dónde está mi otro hermano no tan favorito? —Obviamente dábamos por hecho que habrían llegado los tres juntos.
Ian fue quien nos informó de la situación. —Uff. Si hablas del tal Eric ese que vuelve locas a las chicas. Ni idea. Se ha ido antes que nosotros, pero imaginamos que estará en La Bohème, haciéndole una visita a su novia.
La palabra "novia" sonaba ridícula en mi cabeza si tenía algo que ver con Eric.
—Uhh, ¿Eric enamorado? Juraría que jamás habríais puesto una mano en el fuego por ver algo así. —Nelly añadió, pero parecía que nadie estaba de acuerdo con ella.
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HOPEFULLY [COMPLETA Y EDITADA] ✓
RomanceSamantha Watson siempre tuvo muy claro lo que quería. Estudiar psicología en la Universidad de Atlanta, tener a sus amigos de siempre y mantener su vida tranquila. ¿Pero, que pasará, cuando toda esa tranquilidad desaparezca? Antes de comenzar su pr...