Una semana después.
2 de septiembre de 2019.
Nervios.
Ese era el único sentimiento que rondaba a mi alrededor, mientras daba quince vueltas por minuto en el largo pasillo de la universidad, a la vez que esperaba a que Ian terminara su primer examen: el de bachillerato.
Había estudiado mucho y aunque estaba convencida de que lo sacaría sin ningún tipo de problema, no podía evitar estar nerviosa como nunca. Ese examen y el del día siguiente, definirían si sería capaz de cumplir su sueño de ser abogado como su madre y yo quería verle feliz, cumpliendo ese sueño. Quería verle en un futuro paseando con su maletín de abogado y escucharle hablar de los casos que llevaba entre manos, cada vez que tuviera un día duro en el trabajo.
Ese se había convertido en mi nuevo sueño.
Y además, si Ian pasaba los exámenes, estaríamos juntos en la universidad y podría seguir viéndole todos los días. Y no había cosa que me hiciera más ilusión que eso.
La noche anterior, estaba tan nervioso que me pidió que me quedara estudiando con él. Gracias a eso y a las otras veces que repasamos juntos, incluso yo había aprendido algunas cosas que pasé por alto en bachillerato, y además, aprendí también algunas cosas sobre derecho.
Pero aunque Ian se lo sabía todo al pie de la letra, no podía controlar los nervios y me pidió que me quedara a dormir con él, así como Nolan me pidió que le acompañara por la mañana al examen, para intentar tranquilizarlo por el camino.
Mi teléfono empezó a vibrar en mi bolsillo, pero tardé un rato en notarlo.
Llamada entrante de Chase.
¿Chase?
¿Le habrá pasado algo a Nelly?
Para nada, Nelly está trabajando en HOPEFULLY.
¿A Melody?
Antes de coger el teléfono, pasaron miles de teorías horribles por mi cabeza.
¿Por qué las personas tenemos siempre la estúpida costumbre de imaginar los peores escenarios ante situaciones desconocidas? ¿Será una especie de mecanismo de defensa?
Eso era algo que tenía pendiente resolver cuando estuviera estudiando la carrera.
—¿Chase? ¿Está todo bien? —pregunté con la voz acelerada. No sabía si era por los nervios de haberme imagina lo peor en tan solo unos segundos, por las mil vueltas que le había dado al pasillo o por el examen de Ian, pero mi corazón estaba demasiado acelerado en mi pecho, así que me acerqué a un banco que había en la pared, al lado de la clase en la que se encontraba Ian, para tomar asiento y tratar de tranquilizarme.
—Sam, ¿tú estás bien? —preguntó él y su voz era calmada comparada con la mía, así que solté un suspiro de alivio al notar que estaba todo en orden.
—Sí, perdón, es que estoy esperando a que Ian acabe su examen —Solté un suspiró y apoyé la parte trasera de mi cabeza contra la pared.
—¿Entonces no estás con mi hermana?
—No... ¿Me has llamado por eso?
—Mi madre la está buscando para que ayude en el salón de belleza, pero no está en casa y no nos coge el teléfono. No es la primera vez que desaparece, lleva unos días escapándose por las mañanas, pero pensábamos que estaba contigo.
Yo fruncí el ceño.
Que Melody se escape no es raro para mí, lo raro es que no me lo haya dicho.
—No, no está conmigo. De hecho, es la primera vez que falto a HOPEFULLY desde que comencé a trabajar allí, por lo que te aseguro que tampoco ha estado conmigo estos días pasados.
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HOPEFULLY [COMPLETA Y EDITADA] ✓
Roman d'amourSamantha Watson siempre tuvo muy claro lo que quería. Estudiar psicología en la Universidad de Atlanta, tener a sus amigos de siempre y mantener su vida tranquila. ¿Pero, que pasará, cuando toda esa tranquilidad desaparezca? Antes de comenzar su pr...