NELLY.
—¡Nelly! ¡Despierta! —Los gritos de mi madre, me despertaron de la horrible pesadilla que estaba teniendo, para dar paso a un fuerte dolor de cabeza—. ¿Sabes que hora es? ¡Vas a llegar tarde!
Ni sus alto gritos, ni si quiera el sonido del despertador, consiguieron que abriera los ojos.
—¿Qué hora es? —murmuré, tan bajo, que incluso a mí me costó escuchar mi voz.
—¡La hora de levantarte! ¿Se puede saber que te ha pasado esta mañana? —Mi madre agarró mi móvil y lo lanzó a un lado de la cama—. ¡Apaga de una vez esa cosa! ¡Me está poniendo de los nervios! —Suspiró, enfadada y salió de mi habitación.
¿Qué me había pasado?
La noche pasada estuve por ahí con Erin, Eric, Axel y Liam. Estuvimos en un bar, donde estuvimos bebiendo hasta las tantas de la noche. Eso era lo único que recordaba de la noche anterior y a eso se debía mi dolor de cabeza.
Cuando me vestí y arregle para bajar a desayunar, pasé por la habitación de Sammy. Fue entonces cuando recordé que la muy desgraciada no estaría esperándome abajo para desayunar.
Espera un momento, ¿acabo de llamarla «desgraciada»? ¡Más bien la desgraciada soy yo, que tengo que ir a trabajar con menudo dolor de cabeza, mientras ella está haciendo el viaje de mis sueños!
Mamá se fue a trabajar cuando yo me senté a desayunar. Papá estaba terminándose su taza de café, para irse también. Y yo me preguntaba como les estaría yendo a esos dos por Italia, así que mientras desayunaba, revisé mi móvil para encontrar fotos, fotos y más fotos que me había enviado mi hermana.
En las fotos podía verse ella posando en la Fontana di Trevi, haciéndose selfies con Ian con la Torre de Pisa de fondo, fotos de todos los ángulos del Coliseo Romano... Luego mil fotos más posando en la Fontana di Trevi, el Coliseo por dentro, ellos comiendo en un restaurante muy fino, fotos preciosas hechas desde lo alto del Monte Palatino, Sammy haciéndole fotos a Ian en las escalinatas de la Plaza de España...
En fin, me había mandado todo el carrete de fotos de ese día y yo solo podía preguntarme como les había dado tiempo a estar en tantos sitios y hacer tantas cosas, hasta que caí en cuenta de la diferencia horaria. Mientras que yo acababa de despertarme para ir a trabajar, ellos ya habían pasado incluso la hora de comer.
Cuando acabé de ver las fotos, le escribí:
«¡No sabes la envidia que os tengo!»
Ella no tardó en contestar:
«Para tu cumpleaños, convenceré a papá de que te regale a ti otro viaje como este».
Pero yo respondí, indignada:
«Aún falta mucho para mi cumpleaños! ¡Medio año mí es demasiado!»
Como tuviera que pasarme los próximos meses sola en HOPEFULLY, no estaba segura de que se me fuera a pasar el tiempo demasiado rápido. Sammy e Ian entraban en la universidad, Erin pasaba a su tercer año de carrera, Eric quería ser entrenador de gimnasio y Ax entraba a su último año de bachillerado.
Pero eso no era algo en lo que me gustara pensar, porque siempre que lo hacía acababa deprimida, con bajón y ganas de llorar, por lo mucho que los iba a echar de menos a todos en HOPEFULLY.
Antes de comenzar el verano, no estábamos todos, pero por los menos me reía con Ian y sus tonterías. Ahora ni si quiera estaría él allí.
Yo era la primera que se alegaba de que estuviera feliz con mi hermana. De hecho, fui yo la que le empujó a acercarse a ella. Y también me alegraba de que fuera a estudiar algo que le gustaba, pero no podía dejar de deprimirme el hecho de que ninguno de ellos estaría conmigo en HOPEFULLY hasta el verano siguiente.
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HOPEFULLY [COMPLETA Y EDITADA] ✓
RomantizmSamantha Watson siempre tuvo muy claro lo que quería. Estudiar psicología en la Universidad de Atlanta, tener a sus amigos de siempre y mantener su vida tranquila. ¿Pero, que pasará, cuando toda esa tranquilidad desaparezca? Antes de comenzar su pr...