37. El viaje.

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Me preguntaba donde iríamos. 

Ian mencionó algo sobre que nos esperaban cuatro horas de viaje, y eso era bastante, así que lo más seguro era que fuéramos a salir de la ciudad.

¿A qué otro sitio iríamos? No era nada fácil sonsacarle cosas a Ian, así que después de intentarlo durante bastante rato, al final me rendí.

Me quedé mirando por la ventana del coche, en silencio.

Pensé en el viaje a Europa y de nuevo, se me vino a la cabeza la razón por la que no le había dicho nada antes a Melody. En parte era cierto que se me había olvidado. Y no, no era que no me hiciera ilusión o que me diera completamente igual, pero de verdad esperaba poder decírselo a Ian, llegado el momento perfecto.

¿Y si el momento es este precisamente?

No estaba segura, porque además, se me pasaba por la cabeza un inconveniente. Un gran inconveniente, a decir verdad, y es que, el viaje a Europa era para finales de agosto y el examen de Ian a principios de septiembre. ¿Cómo iba a decirle de irnos de viaje en un par de semanas, cuando le había prometido que estudiaríamos su examen juntos? Porque lo que está claro es que, estudiar y disfrutar de un viaje, no son conceptos del todo compatibles precisamente. Y aunque no le hubiera prometido nada, quería quedarme con él de todas formas, no quería tener que irme tan lejos sin él y mucho menos ahora.

—Esta vez es a mí a quien le gustaría saber en que estás pensando —dijo de repente, y yo giré mi cabeza para mirarle.

—No es nada...

Ian negó con la cabeza. 

—¿Qué pasa por tu cabecita, Sammy?

—Ya te he dicho que no es nada.

—Y yo sé que no es verdad.

—¿Por qué? No he dicho nada que pueda hacerte pensar así.

—Precisamente por eso. Estás demasiado callada y eso es porque algo te ronda la cabeza.

—Había olvidado que eres experto en comerte la cabeza.

—Exacto, al final va a parecer que somos tal para cual. —Él sonrió y al verle, me provocó hacerlo a mí también.

Tal vez lo seamos.

Traté de ignorar el cosquilleo en mi estómago y volví a insistir. 

—¿No me vas a decir a donde vamos? Al final si que va a resultar ser un secuestro de verdad —bromeé.

—Esto ha dejado de ser un secuestro desde el momento en el que has aceptado venir conmigo. —Ian giró un momento su cabeza y me miró—. Pero eres muy impaciente, Sammy. ¿No recuerdas lo que te dije ayer?

Sí, lo recodaba.

Que las cosas de palacio van despacio.

—Si eso es así, me gustaría saber que lugar ocupo yo en este palacio, porque nunca se me informa de nada. —Seguí bromeando e Ian se rio.

—¿Hace falta que te lo diga?

—Bueno, me quedó bastante claro que Axel es el consejero real, tú probablemente el rey al que aconseja y Eric ¿el bufón? —Reí de nuevo, recordando la forma en la que Axel lo dijo cuando Eric apareció—. Y yo puedo ser la doncella real... me pega bastante, ade...

—Sammy. —Ian me cortó y puso su mano sobre mi pierna para volver a mirarme. Yo ni si quiera le contesté, esperando a que él lo hiciera y a que mi corazón se relajara—. ¿Quieres ser la reina de mi palacio? —La siguiente mirada que me dio fue la que me remató por completo. Y solo pude sonreír como estúpida y asentir con la cabeza.

HOPEFULLY  [COMPLETA Y EDITADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora