55. Sorpresas.

27 10 0
                                    

SAM.

Volvía a encontrarme en la misma situación que unos días atrás: un largo pasillo, los nervios carcomiendo mi cuerpo, mis piernas inquietas moviéndose de un lado a otro...

Pero esta vez era diferente. No tenía que esperar más de una o dos horas hasta que Ian saliera de aquel auditorio, y además, ahora ya sí, lo haría con la respuesta que necesitábamos.

La gente entraba y salía de allí, la puerta estaba abierta esta vez. Algunos salían con rostros decepcionados, otros, con miradas incrédulas, pero de felicidad absoluta.

—¡He aprobado! —gritó una chica que salió del aula, a la vez que se lanzaba a los brazos de otra chica que la esperaba fuera.

—¡Hemos aprobado! —gritó la otra, mientras daban botes, aún abrazadas.

Yo las observaba con una sonrisa de boca cerrada. Aunque no las conocía, me alegraba por ellas, porque sabía lo que eso significaba.

La impaciencia, era algo que también estaba empezando a experimentar.

Había demasiada gente allí; dentro y fuera del pasillo, entrando y saliendo del aula.

Mi móvil sonó en el bolsillo y lo saqué para ver quién era.

Nuevo mensaje de Nelly.

«Sammy, ya está todo listo». 

Yo respondí:

«Vale, genial. Yo aún estoy esperando». 

Suspiré, guardando de nuevo el móvil en el bolsillo y cruzando los brazos sobre mi pecho. Le di otra vuelta al pasillo y cuando volví al auditorio, Ian salió de allí, buscándome con la mirada.

—¡¿Qué tal ha ido?! —pregunté, nada más llegar a donde estaba él, a la vez que intentaba descifrar la expresión de su rostro...

Él se rió. 

—Sammy, estás muy nerviosa.

—¡No me vaciles ahora! ¡Vamos, habla! —exclamé.

—Ha ido... Bien. —La sonrisa que trataba de ocultar, delataba que solo estaba intentando ponerme más nerviosa y la verdad, lo estaba consiguiendo.

—¿Bien? —pregunté, con el ceño fruncido.

Él comenzó a explicarme. 

—Verás, el examen de bachillerato no tiene nota. Ahí dentro, están escritos en un tablón por orden alfabético, los nombres de los que nos hemos presentado a los dos exámenes, con el aprobado o suspendido de bachillerato y al lado, la nota del examen de acceso a nuestra carrera, además de una nota media de los dos exámenes juntos, que es la que decide si hemos entrado o no.

—¿¡Y bien!? —Volví a preguntar, impaciente. Necesitaba saber ya las respuestas, no podía seguir haciéndome esperar de esa manera.

—He sacado... ¡Redoble de tambores, por favor! —Hizo un gesto con sus manos, como si estuviera haciendo sonar los tambores. Imaginaba que eso era buena señal. Demasiada buena señal...—. ¡Un nueve y medio! —exclamó y yo solté un grito de alegría y me lancé a sus brazos, dando un salto que hizo que me enganchara a él.

La felicidad no me cabía en el cuerpo. Estaba ilusionada, emocionada y exageradamente contenta. Ian comenzó a girar sobre sí mismo conmigo en brazos, mientras dejaba sutiles besos de emoción sobre mi mejilla.

—A ver, espera un momento, que yo me entere... —dije, cuando él dejó de girar y di un salto para bajar de nuevo al suelo—. Entonces, ¿el nueve y medio es la nota media de los dos exámenes juntos?

HOPEFULLY  [COMPLETA Y EDITADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora