—¿La hermana? —preguntamos Liam y yo a la vez, mirando el gran cartel sobre la puerta, a través del cristal delantero del coche.
—¡Ahora caigo! —dijo Axel, más emocionado de lo que lo estaba segundos atrás—. ¡Yo ya había oído hablar antes de este lugar!
—¿Dónde se supone que estamos? —pregunté yo, con el ceño fruncido.
—Ahora veréis —contestó Eric, aparcando el coche dentro del lugar, que estaba formado por un recinto bastante amplio con tres edificios.
Al salir del coche, pudimos notar que la noche estaba al caer y que, los tres edificios que allí se encontraban, ya tenían las luces encendidas.
—Chicos, este lugar, lleva abierto solo unas pocas semanas —explicó Erin—. Pero os aseguro que va a ser el sitio más concurrido para fiestas y eventos el próximo verano. El restaurante, no es solo un restaurante, también es un hostal y, los otros dos edificios, son una heladería y una tienda de batidos. Y, ¿veis esas rejas de ahí? —Señaló una puerta con rejas, que se encontraba al lado de la tienda de batidos—. Pues ahí, hay una piscina.
—¿Y por qué se llama así? —No pude evitar preguntar, porque el nombre me estuvo llamando la atención desde que llegamos.
—Porque los dueños son dos hermanos, pero, al parecer, la idea original fue de su hermana —explicó Eric—. Dicen que lo llamaron así en honor a ella.
—Eso es un dato... ¿Interesante? —comentó Axel, de forma irónica.
—No se si tanto, pero eso ahora me da igual. No he conducido cerca de una hora aguantando quejas para quedarme aquí a seguir aguantándoos.
No sé si era solo cosa mía o del mal tiempo que estaba haciendo, pero Eric parecía de mal humor.
Él se dirigió al restaurante y los demás le seguimos y nos sentamos dentro. Pero antes de entrar, noté que, en la parte de fuera había una chimenea encendida y junto a ella, una pareja sentada en una mesa con un perrito precioso a su lado.
—¿Qué van a tomar? —Nos preguntó una chica.
—¿Hay tartas? —preguntó Liam. La chica nos pasó una carta con los diferentes tipos de tartas y pasteles que allí había—. Pues una tarta de queso, por favor.
Erin y yo pedimos tarta de chocolate, Axel solo una Coca-Cola y, Eric pidió un plato de filete de ternera con ensalada. Cuando la chica apareció con los tres platos de tartas y los dejó sobre la mesa, nos informó sobre el hostal:
—Hay habitaciones en la parte de arriba. Lo digo por si estáis de paso y necesitáis parar a descansar. Las habitaciones son de dos camas y tienen terraza. Es barato, pero está todo incluido.
—Muchas gracias —dijo Erin, con una sonrisa—, pero no estamos de paso. Hemos venido a pasar un rato aquí, pero lo hemos planeado sobre la marcha y se nos ha echado el tiempo encima.
—Y mañana tenemos que trabajar... —murmuró Eric, llevándose una mano a la cabeza.
—Entiendo —respondió la chica—. Pues, si otro día queréis pasar una noche tranquila, en mitad de la naturaleza, ya sabéis a donde venir.
—Por supuesto —asintió Erin—. Lo tendremos en cuenta.
—Por cierto —dijo Axel—, el motivo de que no haya mucha gente, ¿es por que lleva poco tiempo abierto?
—Más bien es por la hora. Por las mañanas esto esta lleno, pero según va pasando el día, la gente prefiere volver a sus casas lo antes posible. Al ser esto un lugar tan apartado, mucha gente suele perderse durante toda la noche por las oscuras carreteras de los alrededores.
ESTÁS LEYENDO
HOPEFULLY [COMPLETA Y EDITADA] ✓
RomanceSamantha Watson siempre tuvo muy claro lo que quería. Estudiar psicología en la Universidad de Atlanta, tener a sus amigos de siempre y mantener su vida tranquila. ¿Pero, que pasará, cuando toda esa tranquilidad desaparezca? Antes de comenzar su pr...