36. El sentimiento.

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SAM.

Dicen que, para saber si alguien te gusta de verdad, tienes que besar a esa persona. Pero a mí no me hizo falta besar a Ian, para darme cuenta de que me había enamorado de él. Por eso, en el momento en el que sus labios hicieron contacto con los míos, sentí como todas las células de mi cuerpo se revolucionaban, volviéndose un vibroscopio de sensaciones que me abordaron inmensamente. Se me pusieron los pelos de punta de pies a cabeza y sentía mi corazón a punto de explotar, en sincronía con la mariposas en mi estómago, que tomaron el control, desestabilizándome por completo.

Me habría encantado decir que ese fue mi primer beso, pero no podía, ya que Eric me había robado eso, pero, aunque no negaré que no impedí las veces que Eric me había besado, porque Eric lo hacía de una forma tan pasional que era inevitable no seguirle, ninguno de sus besos se comparaba con el de Ian, el cual sentí mágico, romántico y electrificante.

Sus suaves labios tomaron los míos de una forma tan tierna y sutil que hacía imposible que quisiera separarme de él, y cuando finalmente lo hizo, Ian me miró y habló.

—Sammy yo... —Pude notar lo nervioso que estaba, igual que yo, pero él acarició mis mejillas con suavidad y continuó—. No soy muy bueno expresando lo que siento... De hecho, llevo un tiempo intentándolo sin éxito. Pero si hay algo que sé, es que te quiero. —Mi corazón dio un vuelco al oír esas palabras y le devolví una gran sonrisa—. Te quiero, porque eres más de lo que crees y me haces ser más de lo que creo.

Todo eso que estaba alborotado dentro de mí, volvió a hacerlo de nuevo con sus palabras.

Yo sentía desde hacía tiempo que mis sentimientos por él eran inevitables. Al principio, era una simple atracción de la que ni si quiera yo me dí cuenta. Luego, empezó a intensificarse, hasta el punto de negarmelo por miedo a todo lo que conlleva el amor. Pero cuando todos esos sentimientos se volvieron más fuertes que yo, y me golpearon de lleno, tuve que admitirme a mí misma, que no había marcha atrás y tenía que enfrentarme a lo que el destino quisiera que pasara.

Yo no le respondí, lo único que quería era volver a besarle y no me resistí, así que esa fue mi respuesta. Tomé sus mejillas entre mis manos y le acerqué a mí hasta volver a sentir sus labios contra los míos. Ian me agarró por la cintura, pegándome más a él. Esta vez nuestro beso fue más rápido, más intenso. Comencé a sentir un calor en el bajo vientre que hizo que el rubor subiera hasta mis mejillas y eso volvió a despertar mariposas en mí, haciéndome soltar un pequeño gemido cuando caí sobre él en el sofá e Ian acarició mi cintura por debajo de mi camisa.

¿Quería hacerlo con él? Yo lo quería todo con él.

—Sammy, espera... —Ian se separó un momento y me miró—. No quiero que pienses que sólo estoy buscando sexo o algo por el estilo —susurró, sin apartar su mirada de mis ojos—. No quiero que te sientas forzada u obligada a hacer algo que no quieres. —Sus palabras se sentían cargadas de sinceridad.

Recordé aquella vez que estuve a punto de caer con Eric.

Recordé las palabras que le dije.


Pensaba que quería hacerlo porque me atraes mucho y creía que podría dejarme llevar contigo...

—Pero el físico no lo es todo. Lo sé, está bien.

—Sí, supongo que necesito esa chispa, esa conexión que se tiene y se siente con alguien que te gusta al 100% en todos lo sentidos. Tanto en físico, como en lo personal. En todo.


Con Ian sentía todo eso.

Sentía la chispa, sentía la conexión y me gustaba todo de él. Absolutamente todo.

HOPEFULLY  [COMPLETA Y EDITADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora